La huelga en España contra la reforma laboral se saldó con el país funcionando a medio gas, un seguimiento desigual, incidentes aislados, algunas detenciones y manifestaciones en un centenar de ciudades para pedir al Gobierno que cambie su reforma laboral.

La huelga general, la primera que enfrenta el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y la primera en ocho años, coincidió con una jornada de lucha en Europa contra las medidas de austeridad. El paro ha sido un «éxito», según los principales sindicatos, UGT y Comisiones Obreras (CC00), que cifraron la participación en torno al 70%.

El Gobierno, por su parte, señaló un «seguimiento desigual», lo que «hace muy difícil reducir la jornada a una sola cifra», según el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que indicó que el seguimiento osciló desde «prácticamente el 100%» en el sector del automóvil al 3% en el sector de la hostelería y que el consumo de energía cayó un 16,5%. Según la UGT, uno de los principales convocantes, el acatamiento osciló entre un 30% en el País Vasco y un 87% en Asturias.

Varios incidentes entre piquetes y trabajadores y en ocasiones la Policía dejaron unos 25 heridos, entre ellos una herida grave en Coslada, cerca de Madrid. Además, más de cien personas fueron detenidas en todo el país, según los medios españoles.

Los trabajadores salieron a la calle convocados por los sindicatos en más de 100 ciudades españolas bajo el lema «Así, no, rectificación ya». Las más importantes, en Madrid y Barcelona, congregaron a 500.000 y 400.000 personas, según cifras de sindicatos citadas por los medios. En Barcelona se produjeron además varios incidentes entre jóvenes «antisistema» y la Policía.

Los líderes de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO) reclamaron «un período de profunda reflexión que conduzca a la rectificación» de las políticas o en estudio a pedido de la Unión Europea para salir de la crisis.

Los gremios cuestionan la reforma laboral, el recorte del sueldo de los funcionarios, el aumento de la edad de la jubilación a los 67 años y el magro presupuesto público español para el próximo año. La reforma laboral, adoptada para fomentar la creación de empleo, recorta las indemnizaciones por despido y da facilidades al empresario para despedir empleados.

Esa reforma ha «reducido los derechos de los trabajadores», denunció en la manifestación de Madrid Andrés Santana, de 45 años, responsable sindical y funcionario con familiares en paro por la crisis, que deploró «el desamparo al que se somete a los trabajadores por parte del empresariado». El líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, afirmó que la reforma «no es irreversible».

El Gobierno español pide diálogo

El presidente del Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero, recordó a los sindicatos la «obligación de contribuir al diálogo». Y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, dijo que «a partir de mañana, la voluntad es ponernos a trabajar, sigamos dialogando».

Europa protestó contra la austeridad

Decenas de miles de personas se manifestaron en Bruselas en contra de las medidas de austeridad aplicadas en la Unión Europea (UE).

En un ambiente colorido y festivo, los manifestantes venidos de países de la UE recorrieron las calles de la capital belga hasta llegar cerca de la sede del Ejecutivo comunitario, al que reclamaron más medidas de apoyo a la creación de empleo en lugar de planes de recorte del gasto público.

La marcha fue el acto principal del «Día de Acción Europeo» —tal y como lo bautizaron sus organizadores, la Confederación Europea de Sindicatos—, una jornada en la que ha habido protestas sindicales «desde Serbia hasta España», según dijo el secretario de dicho organismo, John Monks.

Bajo el lema «No a la austeridad. Prioridad al empleo y al crecimiento», los sindicatos europeos congregaron a unas 56.000 personas, según estimaciones de la policía local de Bruselas, aunque la CES afirmó que el número de manifestantes alcanzó los 100.000. En un comunicado, Monks calificó la «euro-manifestación» de «gran éxito para los trabajadores».