La oficialista Dilma Rousseff ganó las elecciones de este domingo en Brasil, pero no alcanzó el número de votos necesarios para ser electa presidenta, por lo que deberá enfrentar en segunda vuelta al socialdemócrata José Serra, el 31 de octubre.

Hasta el cierre de esta edición, 01.15, y con el 99,95% de los votos contabilizados, Rousseff tenía 46,90% y Serra, 32,62%. La candidata del Partido Verde (PV), Marina Silva, se ubicó en tercer lugar con 19,33% de las preferencias.

 Para ganar en primera vuelta, Rousseff —del Partido de los Trabajadores y «heredera» política del presidente Luiz Inácio Lula da Silva— debería haber conseguido el 50% de los votos válidos (todos menos los nulos y en blanco) más uno. AFP informa de que la sorpresa de la jornada fue Marina Silva, quien consiguió una votación muy por encima de lo previsto por las encuestas.

Según el Tribunal Superior Electoral (TSE), el proceso transcurrió sin incidentes, salvo la detención de 650 personas —entre ellas 43 candidatos— por diversos motivos, como proselitismo, transporte ilegal de votantes o «compra de votos», informó EFE. El TSE también indicó que, de las 400.001 urnas electrónicas instaladas, 2.180 registraron problemas y fueron sustituidas.

Análisis. El politólogo Carlos Alberto de Melo dijo a la AFP que la gran diferencia entre la votación a Rousseff y lo que preveían los sondeos antes de los comicios, se debe a que «no se contaba con la votación a Marina Silva».

«Creo que se trata un poco de voto de protesta de un sector del electorado que no se convencía ni con Dilma ni con Serra y finalmente acaba votando por Marina tal vez para ganar tiempo y forzar un segundo turno».

Hasta hace dos semanas, explica EFE, la opción de voto por Rousseff era del 57%, pero en la recta final de la campaña su candidatura perdió fuerza por las denuncias de corrupción en el Gobierno y por las versiones sobre su supuesto apoyo al aborto.

Comicios. En total, más de 135 millones de personas participaron en los comicios, en los que también se eligieron a los gobernadores de 26 estados y del Distrito Federal, a todos los diputados del Congreso Nacional y dos tercios del Senado, además de representantes de las asambleas legislativas estatales.

Para ocupar esos cargos se presentaron más de 22.000 candidatos, de los cuales nueve aspiraron a ocupar la Presidencia. Lula votó en la mañana en Sao Bernardo do Campo, en la periferia de Sao Paulo, donde comenzó su carrera de líder sindical, al tiempo que Rousseff emitió su voto en una escuela de Porto Alegre (Rio Grande do Sul), constató la AFP.

Lula destacó que Brasil está «viviendo un momento extraordinario de consolidación de la democracia» y de «madurez política». Aseguró que no volverá a ser candidato y que a partir del 2011 se refugiará en Sao Bernardo.

El presidente Da Silva, quien gobernó dos gestiones seguidas (desde 2003), deja el cargo con una popularidad cercana al 80 por ciento gracias a sus políticas socioeconómicas que apuntalaron al país como séptima potencia económica del mundo y que permitieron que 19 millones de brasileños dejen la pobreza.

Serra, más votado en Bolivia

En Bolivia, el candidato socialdemócrata José Serra ganó las elecciones presidenciales con 513 votos, de un total de 1.004 sufragios válidos; Dilma Rousseff consiguió 323 y Marina Silva, 116, según datos de la Embajada de Brasil. La jornada se desarrolló sin problemas en los tres recintos electorales habilitados en el país: La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.

En la sede de gobierno, Serra consiguió 75 votos; Rousseff, 70 y Silva, 39. Según EFE, más de 200.000 brasileños emitieron su voto en diversos países.

Elecciones en el gigante de  la región

Golazos
Los ex futbolistas Romario y Bebeto, campeones mundiales en 1994, fueron electos diputado federal y regional por Río de Janeiro, respectivamente, según EFE.
Tecnología
Brasil probó con éxito un nuevo tipo de urna que reconoce al elector por su huella digital. Según EFE, el aparato fue usado en 60 ciudades por 1,2 millones de personas.
Muertos
Tres mujeres y un hombre fallecieron de infarto al votar en Brasil durante las elecciones. Los decesos se registraron en los  recintos electorales, informó EFE.
Derrotado
El ex presidente  Fernando Collor de Mello, quien dimitió en 1992 acosado por la corrupción, perdió las elecciones al gobierno regional de Alagoas, según EFE.
Payasadas
Francisco Oliveira, quien interpreta al payaso Tiririca, se convirtió en el candidato más votado para diputado, informó EFE. Consiguió más de un millón de sufragios.
Rapidez
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva demoró 25 segundos en sufragar y luego no hizo declaraciones, pues le está vedado por ley, informó AFP.
Evo promete
El presidente Evo Morales aseguró que «trabajará» y tendrá una «excelente relación» con el vencedor de las elecciones y mostró su admiración por Lula, informó EFE.
Chávez elogia
El presidente venezolano Hugo Chávez dijo, según AFP, que Lula da Silva dejará el gobierno «por la puerta grande», porque consiguió «liberar» a Brasil.
Crítica a medios
Lula da Silva comentó que «si dependiese de la prensa» su popularidad sería negativa. Criticó que algunos medios de su país no hayan reconocido sus logros, informó EFE.
Lula ironiza
El presidente Lula ironizó que fue la primera vez que votó y no estaba entre los candidatos, desde el restablecimiento de la democracia, según AFP.
Dardos a Dilma
El ex mandatario Fernando Henrique Cardoso, informó EFE, comparó a la oficialista a la Presidencia, Dilma Rousseff, a un fantoche sin liderazgo político propio.
Se ve ganadora
La candidata del Partido Verde, Marina Silva, dijo que se siente «victoriosa» por el tercer puesto, según EFE, y dijo que su proyecto es una «nueva política».

Jaime Ortega Carrascal
Popularidad de Lula será decisiva

El resultado de las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil pondrá de nuevo a prueba la alta popularidad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en una segunda vuelta a la que su apadrinada acudirá como clara favorita y la oposición en busca de una remontada épica.

Lula, quien tiene una popularidad cercana al 80 por ciento, se empeñó a fondo para tratar de que Dilma Rousseff, escogida por él a dedo como abanderada del Partido de los Trabajadores (PT), ganase las elecciones.  Por eso que el triunfo de la oficialista de ayer es considerado como una victoria del Gobernante.

El Mandatario no sólo la impuso dentro del PT sino que la presentó ante el electorado como la «madre» de su millonario programa de obras de infraestructura, la acompañó a todos los mítines que pudo y apareció tanto como ella en la propaganda electoral en radio y televisión para ayudarle a sumar votos. Con la alta popularidad de Lula soplando a su favor, principalmente entre las clases baja y media por sus progresos económicos, y la maquinaria oficial a su disposición, Rousseff pasó de ser una desconocida para la mayoría al rostro de la continuidad del Gobierno y ésa será nuevamente su baza en la vuelta decisiva, el 31 de octubre próximo.

Jaime Ortega Carrascal
es periodista de EFE