Los secuestros y desapariciones (conocidas como «levantones») se han multiplicado en México en los últimos cinco años en el marco de la guerra gubernamental contra el narcotráfico, sostienen ONG y políticos.

El incremento de los secuestros y la crueldad con la que algunos son cometidos, llevó al Congreso mexicano a aprobar ayer una ley que establece por primera vez penas de hasta 70 años de cárcel para casos en que los rehenes sean asesinados o mutilados.

El episodio más reciente de secuestro fue el de 20 turistas hace una semana en Acapulco, sin que hasta el momento se sepa de su paradero.

«En los últimos cinco años el secuestro ha tenido un incremento de 317%», dijo a la AFP José Luis Obando, presidente de la Comisión de Seguridad Pública de Diputados, mientras que los «levantones» —personas llevadas a la fuerza por hombres armados y de las que no se vuelve a saber— son más difíciles de cuantificar.

José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, señala que aunque no hay una cifra precisa, reportes de prensa estiman que entre 2006 y 2009 se registraron 3.000 casos de personas dadas por desaparecidas tras ser «levantadas» por sicarios del narcotráfico.

Esa organización documentó además 5.351 secuestros por extorsión en los últimos cuatro años, sin contar los «levantones».