El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aseguró que en América Latina «hay dificultades para forjar gobiernos estables» y que las normas se modifican «con demasiada flexibilidad». «No hay un gran equilibrio de poder y la autonomía del poder judicial no se garantiza del todo», dijo Insulza ayer en Santiago.

El máximo responsable de la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo estas declaraciones durante un seminario organizado por el Gobierno chileno para analizar el estado de salud de la Carta Democrática Interamericana, que el 2011 cumplirá una década de vigencia.

Al respecto, Insulza consideró que, a pesar de las limitaciones de la democracia en la región, también se han registrado avances, en especial en materia de derechos humanos y en las elecciones, que «en general son limpias, secretas y universales», manifestó.

Resaltó que además que en América y Europa «hay más democracia que en ningún otro lugar del mundo». Con todo, el ex ministro chileno se planteó «hasta qué punto» se cumple con la Carta Democrática. Ese documento establece como requisitos de la democracia el Estado de derecho, régimen constitucional, elecciones periódicas, respeto a los derechos humanos, pluralismo, separación de poderes y un pacto de subordinación a la autoridad civil, entre otros puntos.

«Ningún país del mundo la cumple por completo, ningún país tiene todas estas cosas juntas», concluyó el ex ministro. Sí defendió que la Carta Democrática «está en plena aplicación», pues en los últimos cinco años fue invocada, entre otros países, por Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Haití y Nicaragua, así como por Honduras, apuntó.