Benedicto XVI encendió el Cirio de la Paz colocado en la ventana de su apartamento, que da a la plaza de San Pedro, y se inauguró, en una desapacible tarde lluviosa, el Portal de Belén de tamaño natural levantado en mitad del recinto vaticano, delante del obelisco.

La inauguración del Nacimiento y el encendido del cirio son los dos ritos tradicionales con los que dan comienzo las celebraciones navideñas en el Vaticano. Este es el segundo año en el que la Misa del Gallo se adelantó dos horas y es para que Benedicto XVI, que tiene 83 años y que hoy tiene que oficiar los ritos, no se fatigue.

 El encendido del cirio es una tradición polaca que seguía Juan Pablo II y que Benedicto XVI continúa.Durante el encendido del cirio, el Pontífice no pronunció frase alguna, sólo rezó unos segundos por la paz en el mundo y con la vela hizo la señal de la cruz. Después con la mano saludó y bendijo a los presentes.

El Portal de Belén fue inaugurado por los cardenales Giovanni Lajolo, gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano, y Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica de San Pedro, entre cantos de niños filipinos y música navideña.

El Nacimiento está ambientado en Palestina y ocupa una superficie de 300 metros cuadrados. Cuenta con 20 figuras, todas a tamaño natural, provenientes del Portal de Belén que fue realizado en 1842 en la iglesia de San Andrés della Valle por San Vicente Palotti.