Las operaciones de rescate en las ciudades más afectadas por las lluvias de esta semana que dejaron al menos 631 muertos en la región serrana del estado brasileño de Río de Janeiro serán comandadas en adelante por militares, informaron ayer fuentes oficiales.

El ministro de Seguridad Institucional de la Presidencia, general José Elito Carvalho Siqueira, dijo ayer en declaraciones a la estatal Agencia Brasil que llegó a un acuerdo con las alcaldías de Nueva Friburgo, Teresópolis y Petrópolis sobre la forma en que serán coordinadas las tareas de rescate y reconstrucción.

El militar, enviado especialmente por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, explicó que el acuerdo prevé que cada una de las tres ciudades creará «gabinetes integrados de control operacional», que serán los responsables por la coordinación de todos los esfuerzos de rescate y recuperación de las áreas destruidas.

El oficial agregó que tales gabinetes serán coordinados por las respectivas alcaldías municipales, pero que el comando de las operaciones será de responsabilidad del Ejército.

La labor de los gabinetes será apoyada por la Presidencia de la República y por el gobierno de Río de Janeiro.  Actualmente trabajan en las tareas de rescate cerca de 1.500 miembros del Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil, la Policía Militarizada y la Policía Civil, organismos bajo control de la Gobernación de Río de Janeiro.

Los equipos de apoyo fueron reforzados este final de semana por cerca de 560 miembros de las Fuerzas Armadas y 225 miembros de la Fuerza Nacional de Seguridad, enviados directamente por la Presidencia.

Según el asesor de Rousseff, los gabinetes tendrán como misión la coordinación de los diferentes organismos que participan en las tareas de rescate, en la búsqueda de desaparecidos, en la atención médica y en la acomodación de las cerca de 14.000 personas que perdieron sus viviendas.

Según el último boletín de la Defensa Civil, las lluvias y, principalmente, los deslizamientos de tierras de la madrugada del miércoles, que sepultaron cientos de viviendas construidas en las faldas de las montañas, provocaron 287 muertes en la ciudad de Nueva Friburgo, 269 en Teresópolis, 56 en Petrópolis y 19 en Sumidouro.

El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, declaró ayer el estado de calamidad pública en los siete municipios más afectados en un paso para facilitar la reconstrucción.

El estado de calamidad pública regirá por un período inicial de 180 días en los municipios de Nueva Friburgo, Teresópolis, Petrópolis, Bom Jardim, Sao José do Vale do Río Preto, Sumidouro y Areal. La medida busca facilitar los trabajos de reconstrucción de la infraestructura y de las viviendas.

La lluvia impide las tareas

Las lluvias continuaban ayer por la tarde en la región montañosa de Río de Janeiro. Un equipo de la Fuerza Aérea que debía desplazarse a Brejal, una área donde 80 personas estaban aisladas en el municipio de Teresópolis, tuvo que suspender la búsqueda.