El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Philip Crowley, dimitió ayer por polémicas declaraciones en las que criticó al Pentágono por las condiciones de detención del soldado Bradley Manning, sospechoso de haber filtrado documentos confidenciales de EEUU a la web WikiLeaks.

«Dado el impacto que han tenido mis declaraciones, por las que asumo plenamente mi responsabilidad, he presentado mi renuncia como secretario de Estado adjunto para Asuntos Públicos y portavoz del Departamento de Estado», dijo en un comunicado Crowley, que calificó esta semana el trato que da el Departamento de Defensa a Manning de «ridículo, contraproducente y estúpido».

En el mismo comunicado, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, dijo que aceptaba con pesar la dimisión de su portavoz.