Organismos reportan  el corte en servicios y daños estructurales

El régimen birmano tomó el control de la distribución de la ayuda a las víctimas del terremoto del jueves que ha afectado a 110.000 personas, según cálculos preliminares de las agencias humanitarias.

El número provisional de muertos por el seísmo de 6,8 grados de magnitud en la escala de Richter, asciende hasta la fecha a 73 en Birmania y a uno en Tailandia, donde una mujer murió mientras dormía cuando se le derrumbó encima una pared.  Los datos oficiales discrepan con los 130 fallecidos tan solo en las localidades de Tarlay, Mong Lin y Ja Kuni que denuncia el grupo rebelde Ejército del Estado Shan.

 A la manipulación u omisión que el régimen birmano hace de los datos, como se constató durante la catástrofe causada en el sur de Birmania por el ciclón «Nargis» en 2008.

  La Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) estima que el número de afectados llega a las 110.500 personas: 95.000 en Tachilek, 9.000 a Tarlay y 6.500 a Mong Lin. 

Los datos provisionales recabados por miembros de UNICEF, la Cruz Roja de Myanmar, Save the Children, World Vision International y recibidos por la OCHA describen importantes y extensos daños en la red de infraestructuras, carreteras cortadas y suspensión «esporádica» de servicios básicos (luz, agua, comunicaciones).

Birmania está gobernada por una dictadura militar desde 1962, y se encamina hacia una «democracia disciplinada», como lo describió el general Than Shwe, el hombre fuerte del país.