Gadafi hizo un llamamiento a los dirigentes aliados para que desistan en su empeño, pues «han violado la ley internacional y la Carta de Naciones Unidas» y están afectados por «la locura de la fuerza». «Estos dirigentes han provocado la destrucción en el Mediterráneo, han matado a un gran número de civiles libios y quieren imponer la ley del más fuerte en vez de la fuerza de la ley», señaló.

El coronel Gadafi afirmó también al referirse a los mismos dirigentes, que «no han tenido en cuenta los intereses comunes» entre sus pueblos y el libio y les conminó a todos a «dimitir inmediatamente».

«Que sus conciudadanos busquen otros dirigentes que respeten las relaciones entre los pueblos y los Estados así como la legalidad internacional», explicó. «Si continúan así, el mundo entrará en una verdadera guerra de cruzadas, pues han iniciado algo tan grave que no pueden controlar y la situación se les puede ir de las manos a tenor de los medios de destrucción de los que disponen», concluyó Gadafi.

Combates. En el campo de batalla, cuando parecía que las fuerzas leales a Gadafi, iban a volver a hacerse con el control de Brega, los rebeldes consiguieron una leve ventaja y les hicieron retroceder 40 kilómetros al oeste.

Frente a los tanques, misiles Grad y obuses de los «gadafistas», los milicianos sublevados presentaron batalla con fusiles «kalashnikov», cohetes «katiusha», baterías antiaéreas y voluntad.

Desde Bengasi, capital de los revolucionarios, el portavoz de los insurgentes Mohamed Mergirby dijo a EFE que «las fuerzas de Gadafi están a 40 kilómetros al oeste de Brega, que está bajo control de los rebeldes».

A juicio de Mergirby, esta leve ventaja se ha conseguido gracias a un cambio de estrategia militar entre ayer y hoy, ya que ahora hay miembros del Ejército combatiendo en primera línea, mientras que en segunda línea están las milicias de voluntarios.

En Londres, el primer ministro británico, David Cameron, manifestó ayer que la deserción al Reino Unido del ex ministro libio de Asuntos Exteriores Musa Kusa es una muestra de que el régimen del coronel Gadafi se está desmoronando.

«La decisión del ex ministro de Exteriores de venir a Londres para renunciar a su puesto es una decisión de alguien en lo más alto, y es una historia convincente de la desesperación y el miedo en el corazón mismo del régimen de Gadafi, que se desmorona y que está podrido», manifestó Cameron en conferencia de prensa.

Escocia investigará a Musa Kusa

La fiscalía escocesa anunció ayer que pidió interrogar al ministro libio de Relaciones Exteriores, Musa Kusa, que llegó a Londres después de desertar, sobre el atentado de Lockerbie en el que murieron 270 personas en 1988, asegura que la investigación sigue abierta.

Chávez dice que el imperio enloqueció

El presidente venezolano, Hugo Chávez, reiteró sus críticas contra las acciones de la coalición internacional en Libia, al llegar ayer a Cochabamba, donde firmó con su par Evo Morales una serie de acuerdos de cooperación.

«El imperio se volvió loco, el imperio pasó ahora a la fase extrema de locura, de manicomio: amenaza, bombardea para salvar pueblos», dijo Chávez, aliado del líder libio, Muamar Gadafi, al arribar a Bolivia tras una gira que lo llevó a Argentina y Uruguay y posteriormente lo llevará a Colombia.

«Queremos paz, no queremos guerra; queremos democracia verdadera, no más dictadura; queremos liberación, no más imperialismo; no queremos intervencionismo», afirmó Chávez. Durante los discursos de inauguración de la reunión ministerial boliviano-venezolana, en Cochabamba, el vicepresidente Álvaro García Linera, siguió la tendencia de Chávez de criticar a EEUU.

«Lo que sucede en Libia es el matonaje planetario, abusivo, indigno, propio de los siglos XVI y XVII, no del XXI», sostuvo García Linera al inaugurar la reunión. «Nos muestran que son cavernarios, matando a distancia; valiente forma de matar, en la posmodernidad. En el barrio hay un matón, un caracortada», dijo García.