Al menos 11 personas murieron y casi un centenar resultaron heridas hoy en una explosión ocurrida en el metro de Minsk, la capital de Bielorrusia (Europa oriental), según un portavoz del Ministerio del Interior del país. La Fiscalía General del Estado aseguró que se trata de un atentado, informa el periódico El País, de España.

El presidente, Alexandr Lukashenko, que ha convocado una reunión urgente del gabinete de Gobierno no descartó que la explosión hubiera sido organizada desde el exterior y ordenó a las fuerzas de seguridad que revisen todos los arsenales con municiones, según informaron las agencias rusas. Paralelamente, nombró al jefe del Comité de Seguridad del Estado (KGB) responsable de la investigación.

«Hombres, nos han lanzado un serio desafío. Debemos dar una respuesta adecuada. ¿Quiénes son? Les pido que se apuren a la hora de responder a esta pregunta», exclamó el Presidente. Lukashenko ordenó aceptar la ayuda ofrecida por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, al tiempo que ordenó reforzar la seguridad en todo el país.

El vicefiscal general, Andrei Chved, citado por la agencia Ria Novosti, aseguró que «un atentado ha sido perpetrado hoy en la estación Oktiabrskaia». Las declaraciones fueron hechas al final de una reunión con el presidente Lukashenko, informa AFP.

Ya antes,  cuando se habían contabilizado siete muertos, las fuentes de las fuerzas de seguridad citadas por la agencia rusa Interfax indicaron que la principal hipótesis que se barajaba en esos momentos como era que todo se trataba de un atentado terrorista.

«Las señales externas y la naturaleza de las heridas recibidas por los damnificados habla precisamente de un atentado», apuntó una de las fuentes citadas por France Press.

El hecho

«El pánico se desató entre los viajeros», comentó un testigo, que añadió que el suceso tuvo lugar poco antes de las 18.00 hora local, cuando a la estación de Oktiábraskaya -situada cerca de la residencia del Presidente, en el poder desde 1994- llegaban dos trenes repletos de viajeros.

Esta estación es una de las más concurridas de la capital bielorrusa, ya que enlaza los edificios oficiales y las sedes de las principales empresas industriales de la ciudad con los barrios dormitorio.

Un testigo de la deflagración ha explicado que salía un fuerte humo de la estación de Metro ‘Oktyabrskaya’ en el centro de la ciudad, muy cerca del Palacio Presidencial, y cómo los servicios de emergencia tenían que sacar en brazos y en camilla a varias personas ensangrentadas, según El Mundo.

Los servicios de urgencia sacaron a decenas de personas ensangrentadas en brazos y en camillas. Al parecer, varias personas resultaron heridas al derrumbarse la escalera mecánica que conducía a la calle. En la céntrica avenida de la Independencia, donde se encuentra la boca del metro Oktiábraskaya, se congregó un gran número de vehículos de bomberos, ambulancias y furgones policiales. Unas 35 víctimas tuvieron que ser hospitalizadas y a varios de los heridos se les amputó manos, brazos o piernas, según informó el jefe de la clínica de atención urgente de Minsk, Víctor Sirenko.

«Escuché un sonido parecido a cuando se abre una botella de champán. Entonces, saltaron por los aires las cristaleras del vagón y comenzó a salir el humo. Había mucho humo y nos asustamos, ya que pensamos que nos asfixiaríamos», declaró un testigo. «Cerca de la entrada de la estación había dos cuerpos con las cabezas tapadas por una sábana», señaló otra persona, informa El País.