Desde el jueves al alba, los misiles Grad, los obuses de diferente calibre y las bombas de varios tipos han caído como lluvia y de forma indiscriminada sobre la ciudad. Al menos tres civiles han muerto este sábado y otros 18 han resultado heridos de diversa consideración, según dijeron testigos a la cadena de televisión catarí Al Jazira.

En tres días 50 personas han perdido la vida, de las que cinco son de nacionalidad egipcia.

El régimen de Gadafi no da tregua a Misrata. Un día después de conocerse que sus fuerzas utilizan bombas de racimo, al parecer de fabricación española,  los hombres del dictador han lanzado ayer un centenar de misiles Grad contra el único bastión rebelde en el oeste del país,  informa El País.

Los misiles, de origen soviético, han caído en una zona industrial alimentaria (han resultado afectadas fábricas de aceite, leche y tres panaderías) y, según un portavoz rebelde, tres personas han muerto y otras 25 han resultado heridas (en los últimos tres días 50 personas han perdido la vida).

El sistema de lanzamiento de estos artefactos es múltiple, por lo que se pueden disparar muchos a la vez, pero con una menor fiabilidad, lo que supone mayor riesgo para la población civil. Ayer también lanzaron otro centenar de cohetes de este tipo.
El terror y la destrucción se escenifican con casas en ruinas o parcialmente derrumbadas, muros con impactos de proyectiles, calles bloqueadas por escombros, carros calcinados y columnas de humo negro. La situación empeora cada día en la urbe, donde no hay agua potable, electricidad ni medios de comunicación, mientras escasean los alimentos. El puerto fue cerrado el viernes.

Denuncias. Los líderes rebeldes advirtieron el jueves sobre una posible «matanza» en Misrata si la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) no intervenía de forma más intensa.

La organización Human Right Watch (HRW) acusó a las fuerzas leales a Gadafi de utilizar bombas de racimo, acusación que ha sido confirmada por los habitantes de Misrata.

«Es indignante que Libia utilice ese tipo de bombas, sobre todo en las zonas residenciales», declaró en un comunicado Steve Goose, director de la sección «armas» de HRW.

El Gobierno libio, a través de su portavoz, Moussa Ibrahim, se ha apresurado a desmentir estas informaciones asegurando que «moralmente y legalmente no podemos hacer eso contra nuestra población».

Rebeldes anuncian refuerzo

Más tropas y armas
Rebeldes libios anunciaron ayer que han conseguido refuerzos de tropas armadas y «muy bien entrenadas» y aprovisionamientos que se dirigen a Misrata. Un jefe del ala militar revolucionaria dijo que obtuvieron armas y municiones, según EFE.