El kuwaití Abdallah Saleh Ali, el libio Ismael Ali Bakush, el tunecino Abel Mabrouk Bin, el argelino Ghalaab Bashir… Estos hombres y medio centenar más tienen dos cosas en común: todos han pasado por el presidio de Guantánamo y todos llevaban en el momento de la detención un reloj Casio que los convertía en sospechosos, informa El País.

El más habitual era el modelo F91W, pero también era frecuente otra versión de este reloj barato, básico y fácil de encontrar en cualquier parte del mundo, el A159W.

«Es la marca de Al Qaeda, que usa el reloj para fabricar bombas», según el testimonio de varios reclusos recogidos en las fichas secretas del Departamento de Defensa.

«La posesión del F91W y de la versión plateada A159W corrobora los informes que le identifican como un experto en explosivos», señala la ficha militar secreta de Ismael Alí Bakush, revelan los datos difundidos por Wikileaks y publicados por El País.

«Un tercio de los detenidos que al ser capturados llevaban este modelo en la muñeca tenían relación con los explosivos, sea porque habían recibido cursos, sea porque estaban relacionados con lugares donde se fabricaban bombas, sea porque hubiesen estado relacionados con personas identificadas como expertos en explosivos», dice el documento de WikiLeaks publicado por el diario italiano La Reppublica.

Según el medio italiano, más de 50 documentos sobre detenidos en Guantánamo hacen referencia a este modelo de reloj, informa AFP.

Los estadounidenses señalan que los miembros de Al Qaeda entregaban estos relojes a los estudiantes en los cursos de entrenamiento que se celebraban en Afganistán para fabricar bombas.