Tal como se celebra cada 29 de julio en Perú, los tres institutos armados, las divisiones de la Policía, las escuelas castrenses y organismos de seguridad nacional desfilan ante el Jefe de Estado y las principales autoridades por una céntrica avenida de Lima.

En esta oportunidad desfilaron también, al inicio de la ceremonia, delegaciones de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile y Ecuador, que fueron aplaudidas de pie por Humala, su esposa, Nadine Heredia, y los integrantes del gabinete que lo acompañaban en el palco.

El único mandatario extranjero entre los invitados de Humala al desfile era el presidente de Georgia, Mikheil Saakashvili, quien asistió a la toma de mando junto a otros 13 gobernantes.

Durante el desplazamiento de las escoltas, el presidente del Congreso, Daniel Abugattás, sufrió un desmayo. Según el congresista y médico Alejandro Aguinaga, que atendió a Abugattás, dijo que sufrió una «caída brusca de la presión debido al exceso de trabajo de los últimos días y que necesita al menos 72 horas de reposo».

El desfile militar congrega la atención de miles de personas que acuden a verlo en la avenida Brasil y suele terminar con el sobrevuelo de naves de la Fuerza Aérea y el desplazamiento de unidades terrestres del Ejército.

Para el Presidente el debate está en la calle

El nuevo mandatario de Perú, el nacionalista Ollanta Humala, proclamó durante su primer discurso popular tras asumir el mando que «el debate político real está en la calle, no en el Congreso».

Ante miles de simpatizantes que se congregaron en la Plaza de Armas de Lima la noche del jueves para celebrar el inicio de su presidencia el mismo día en que se celebra la fiesta nacional de Perú, Humala expresó su deseo de «volver a unir el debate político con el pueblo».

En un discurso de tono entusiasta que en algunos pasajes recordó las palabras de los presidentes de EEUU, Barack Obama, y John F. Kennedy al llegar al poder, Humala dijo que el progreso del país requiere cambio en la actitud personal de cada peruano.