Irán y las mayores potencias occidentales culminaron ayer dos días de tensas negociaciones en la capital iraquí de Bagdad sobre el programa nuclear de Teherán, cuyo Gobierno decidió poner fin al diálogo, aunque admitió una nueva cita para junio en Moscú.

El miércoles, el grupo 5+1 (EEUU, Francia, Gran Bretaña, Rusia, China más Alemania), había presentado a Irán un paquete de propuestas. El detalle no se dio a conocer, pero implicaba que Irán suspendiera su enriquecimiento de uranio al 20%.

Las grandes potencias temen que Irán adquiera la capacidad de enriquecer uranio a más de 90%, una tasa que ya le permitiría usar el material en un arma nuclear.
Teherán afirma que su programa nuclear es pacífico, pero numerosos países ven una tentativa de unirse al club cerrado de las potencias nucleares y creen que está ganando tiempo para la bomba.

Israel, que se siente amenazado y duda de la eficiencia de las sanciones contra Teherán, no excluye una eventual operación militar. En Irán, acusan al 5+1 de ser cómplice y aliado del Estado de Israel.