“Hay conversaciones para crear un grupo de contacto que incluiría a países con influencia real en la situación, que puedan influir al Gobierno sirio y a la oposición”, señaló Annan a la salida de su primera reunión con los miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde que fue nombrado enviado especial.

Annan, que logró el acuerdo de Asad para un plan de paz de seis puntos, admitió apesadumbrado ante la Asamblea: “Debo ser franco y confirmar que el plan no está siendo instrumentado”. El colapso del cese de hostilidades, que comenzó oficialmente el 12 de abril, sería prueba de ello.

El exjefe de la ONU dijo que la crisis en Siria se agrava y advirtió que si no se opera un cambio radical “es probable que el futuro sea de represión brutal, masacres, violencia sectaria e incluso una guerra civil abierta”.

“Los responsables de perpetrar estos crímenes deben ser juzgados. No podemos permitir que las matanzas sean parte de la realidad cotidiana de Siria”, dijo Annan, llamando a una acción internacional más enérgica para encaminar el plan de paz. “Las acciones individuales o las intervenciones no resolverán la crisis. Cuando pedimos el respeto de la ley internacional y del plan de seis puntos, debemos dejar claro que habrá consecuencias si no hay cumplimiento”, manifestó.

En Londres, el ministro británico de Exteriores, William Hague, dijo a los medios británicos que “hasta ahora el plan de paz ha fracasado, aunque aún no está muerto y mantenemos todas nuestras esperanzas en él”.

En la sede de la ONU, el secretario general, Ban Ki-moon, alertó de que el peligro de una guerra civil en Siria es “inminente y real”, y añadió que el Gobierno de Bachar Al Assad “ha perdido toda la legitimidad”. También expresó su preocupación por el creciente saldo de muertes, que los activistas sirios sitúan en más de 13 mil, después de un año de conflicto.

Según diplomáticos que participaron en una reunión a puerta cerrada de Ban Ki-moon con el Consejo de Seguridad este jueves, el Secretario General habría asegurado que los observadores de la ONU en Siria han sido atacados con armas pesadas, balas perforantes y aviones teledirigidos.

El jefe de la Liga Árabe, Nabil Al Arabi, llamó a que el Consejo de Seguridad imponga sanciones al régimen de Assad. Rusia, el aliado más cercano de Siria, ha protegido hasta ahora a Assad de una acción por parte del Consejo de Seguridad, por lo que los países occidentales consideran clave el acuerdo del presidente Vladimir Putin para la aprobación de medidas efectivas contra el régimen de Assad.

Se espera que los líderes mundiales celebren una reunión sobre Siria al margen de la cumbre del Grupo de los 20 en Los Cabos, México, el 18 y 19 de junio.

Suman las víctimas

Bombardeo

Ayer, las tropas sirias bombardearon violentamente Talbisé. Hay 41 muertos, 23 son civiles, 15 militares y 3 combatientes rebeldes. Dos días antes hubo la masacre de Al-Kubeir, que causó 55 muertos, entre ellos mujeres y niños.

Avanza la negociación del grupo de contacto

El enviado especial a Siria de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, confirmó ayer que lleva a cabo “negociaciones sobre la posibilidad de establecer un grupo” de contacto internacional para intentar solucionar la crisis que azota al país árabe. Este grupo deberá “incluir países que tienen influencia en ambos lados (del conflicto), el Gobierno y la oposición” de Siria, indicó Annan durante una conferencia de prensa, sin precisar los países que integrarían este grupo.

Sin embargo, Annan dijo que espera que “Irán, importante país de la región, será parte de la solución” al derramamiento de sangre que vive Siria desde que comenzó la sublevación contra el régimen del presidente Bashar al Assad.

“Esos países deberían sentarse y mirar los problemas de manera fría y realista, y estudiar lo que se puede hacer para lograr una transición política que evite que el conflicto explote”, explicó Annan, que alertó de que “Siria no es Libia, puede explotar más allá de sus fronteras y causar consecuencias desastrosas en la región”. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, exigió al gobernante sirio que traspase el poder y abandone el país.