«Estoy convencido de que ningún partido político tiene derecho a polarizar los ánimos de la sociedad una vez ha tenido lugar la jornada electoral», afirmó Peña Nieto en un encuentro con periodistas locales.

Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), venció en las elecciones presidenciales del 1 de julio, con el 38,41 de los votos, un resultado que está aún pendiente de las impugnaciones que se puedan presentar en los tribunales.

La izquierda mexicana liderada por Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que pedirá la anulación o la invalidez de las elecciones a causa de lo que denunció como una masiva compra de sufragios que benefició a Peña Nieto y de otras irregularidades durante la votación, el proceso de campaña y el anterior a ella.

En sus declaraciones, Peña Nieto dijo que será «respetuoso de los tiempos que establece la ley electoral» y esperará su calificación como triunfador de los comicios, que debe ratificarse antes del 6 de septiembre próximo a más tardar por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), máxima autoridad jurisdiccional en materia de comicios de México.

Dirigentes de la izquierda mexicana, que presentó como candidato presidencial a López Obrador, quien quedó en segundo lugar en los comicios, han anunciado que el próximo jueves presentarán sus recursos para impugnar la elección.

«Debemos deponer cualquier actitud que polarice los ánimos de la sociedad. Nadie tiene derecho a poner en riesgo esta actitud de los mexicanos», subrayó Peña Nieto.