“Hay un consenso para aumentar la presión en Siria”, señaló la canciller de Chipre, Erato Kozakou, al culminar la reunión informal de dos días de ministros de Exteriores europeos, en el balneario chipriota de Pafos.

“Hay un sentimiento generalizado de que hay que aumentar la presión sobre el régimen para conseguir el cese de la violencia y permitir el acceso de la ayuda humanitaria a todo el país”, dijo el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo.

Los ministros de la UE se comprometieron además a dar su apoyo a la “transición democrática que permita establecer un nuevo gobierno representativo, inclusivo y respetuoso con los derechos y las minorías étnicas, especialmente los kurdos”, añadió el Canciller español.

El conflicto sirio, que lleva 18 meses sin perspectivas de solución, se ha convertido en uno de los principales desafíos de la diplomacia europea, ante la parálisis y fracaso de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Irán. Los ministros igual creen que es necesario aprobar nuevas sanciones contra Irán ante el bloqueo de las negociaciones sobre su programa nuclear.

“Podríamos decidir rápidamente una nueva ola de sanciones” contra Irán,  consideró el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle. “No podemos aceptar que Irán se dote de un arma nuclear”.

Las declaraciones de los europeos llegaron poco después de que el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, declarara que las sanciones estadounidenses contra Siria e Irán perjudican los intereses económicos de Rusia.