La tregua de 24 horas, muy cercana al día de las elecciones, debido al “catastrófico” paso del huracán Sandy, obligó a las respectivas campañas de los candidatos a la presidencia de EEUU a evaluar como hacer mejor uso del tiempo restante en la pareja carrera hacia la Casa Blanca.

Ayer, el presidente de Estados Unidos (EEUU), Barack Obama, llegó a Nueva Jersey (este) para visitar las zonas azotadas por el huracán Sandy, mientras su rival republicano, Mitt Romney, reanudó en Florida la campaña a una semana de los comicios presidenciales. Sandy, que dejó al menos 43 muertos en Estados Unidos y Canadá e inundó buena parte de la costa este, apaciguó la retórica electoral y mezcló las líneas de la batalla política.

Obama optó por centrarse en su función de presidente, emitiendo órdenes a los jefes de agencias de emergencia, dando ánimo a los afectados por el ciclón, y dando la impresión de ignorar la cercanía de los comicios. Pero su visita a Nueva Jersey y su encuentro con el gobernador de ese estado, Chris Christie —un republicano que respalda a Romney y que elogió la gestión presidencial del desastre—, tiene lugar en un contexto altamente político.

Romney, mientras tanto, llegó a la conclusión de que en una carrera tan cerrada no podía darse el lujo de pasar otro día viendo cómo Obama ocupaba los titulares, y anunció una gira por Florida, estado clave e indeciso.

Sandy se llevó por delante al debate político, pero eso no impidió que los jefes de campaña, así como los líderes demócratas y republicanos siguieran intercambiando golpes a través de los medios de comunicación. Los demócratas recordaron que Romney declaró en el pasado que estaría dispuesto a acabar con la principal agencia federal de lucha contra los desastres naturales (Fema) para devolver sus competencias a los estados.

Los republicanos acusaron, por su parte, a los demócratas de desesperación ante los sondeos que siguen reportando a Romney en alza. Obama mostró su papel de comandante en jefe al visitar el martes la sede de la Cruz Roja estadounidense en Washington y ejerció su liderazgo en la gestión del “desastre”, pero los votantes indecisos viven en estados como Ohio, Iowa, Colorado, Florida, Nevada o Virginia, que no se vieron afectados directamente por la supertormenta.

Daños. Romney tiene un delicado ejercicio de equilibrio político por delante en Florida, donde debe demostrar que sigue siendo una alternativa seria, sin caer en la politiquería de bajo nivel. Ayer, hizo referencia a Sandy en sus mítines y realizó una petición para los estadounidenses “objeto de esta tragedia”.

El candidato rehusó repetidas veces contestar a preguntas de los reporteros sobre si eliminaría la Fema, agencia que en 2005 se ganó masivas críticas cuando el huracán Katrina arrasó Nueva Orleans, en plena presidencia del republicano George W. Bush. Hasta el momento, los sondeos indican que Romney está empatado o incluso tiene ventaja a nivel nacional.

A pesar de que las clases estuvieron suspendidas por tercer día consecutivo, Nueva York empieza a recuperar la normalidad con la reanudación del servicio de buses, la reapertura limitada de algunos aeropuertos y de Wall Street, aunque la mitad de Manhattan sigue privada de electricidad y el metro continúa suspendido. Kilómetros de vías subterráneas continúan inundadas con toneladas de agua salada, lo que impide la reanudación del servicio que utilizan a diario unos 5,3 millones de pasajeros.

Bolivia se solidariza con Cuba

Después de que el Movimiento de Solidaridad con Cuba pidiera ayuda para la isla, el Gobierno de Bolivia anunció que enviará 120 toneladas de alimentos a ese país, en donde el huracán Sandy causó once muertos y pérdidas millonarias.  

Mitt Romney retoma campaña en Florida

El candidato a la presidencia de EEUU, Mitt Romney, retomó ayer la campaña electoral a seis días de las elecciones y lo hizo en Florida, donde no olvidó a las víctimas de esa poderosa tormenta. Romney comenzó su jornada en el acto electoral en Tampa (Florida) con un tono positivo, valorando la ejemplar unidad de los estadounidenses ante “circunstancias como esta” y pidió ese mismo espíritu de cara a las elecciones del 6 de noviembre. Prometió que si gana impulsará reformas capaces de unir también a la ciudadanía.

El republicano es el único candidato que estuvo de campaña, ya que su rival en las urnas, el presidente Barack Obama, continúa con la agenda electoral suspendida para atender las necesidades generadas por el paso de Sandy por la costa noreste del país. En su primera  intervención, Romney insistió en su idea de que Estados Unidos no puede permitirse cuatro años más de mandato de Obama y defendió que el país necesita un cambio de rumbo.

Las últimas encuestas en Florida señalan que Obama aventaja en intención de voto a Romney por un punto (48% a 47%), una distancia mucho menor que la reflejada en otra encuesta difundida el 26 de septiembre, cuando el demócrata gozaba del apoyo del 53% y el republicano del 44%. El exgobernador hará campaña hoy en Virginia y mañana en Ohio, donde coincidirá con Obama, ya que los analistas señalan que en esta ocasión ése también será un estado crucial para el resultado electoral del martes.