Brasil arrestó a cuatro presuntos responsables del fatal incendio que dejó 231 muertos en una discoteca repleta de jóvenes universitarios en el sur del país y comenzó a enterrar a las víctimas tras un velorio colectivo, en lo que es la peor tragedia de su tipo ocurrida en los últimos 51 años.

La Policía anunció el arresto temporario de los dos dueños de la discoteca Kiss de Santa María, y de dos integrantes de la banda musical que lanzó fuegos de artificio en el escenario, y que según bomberos y sobrevivientes fue lo que provocó el incendio.

Varios sobrevivientes denunciaron que agentes de seguridad bloquearon su salida cuando empezó el incendio para que pagaran su entrada y que al menos un extintor de fuego no funcionaba. La discoteca tenía vencido el permiso para operar desde agosto y carecía de salidas de emergencia.

El Gobierno decretó un duelo nacional de tres días, anuló la ceremonia de cuenta regresiva de los 500 días para el Mundial-2014, que comenzó ayer, y comenzó a enterrar a los muertos en los cementerios de Santa María, la ciudad universitaria del estado de Río Grande do Sul donde ocurrió la tragedia. El incendio dejó también 116 heridos, más de 80 de ellos graves. Se trata del segundo mayor incendio de la historia de Brasil. El primero se produjo en 1961, cuando 503 personas fallecieron en el Gran Circo Brasileño, en la localidad de Niteroi, satélite de Río de Janeiro.

El incendio en la discoteca Kiss se inició en la madrugada del domingo, posiblemente tras un fuego artificial lanzado por un integrante de una banda de música “country” brasileña que tocaba en el local, según la Policía y los bomberos. En medio de una nube negra de humo tóxico, el pánico se apoderó de cientos de personas que se pisotearon unas a otras.

Unas 180 personas murieron en los baños, asfixiadas en medio de un tumulto provocado por el pánico, buscando infructuosamente la puerta de salida, dijo el capitán de la policía militar Edi Paulo Garcia. Fue “una película de terror”, dijo a la AFP Kelly Rebello da Silva, una estudiante de química de 21 años que consiguió escapar.

Inculpados. La Policía detuvo ayer al vocalista y a otro miembro de la banda, así como a uno de los dueños de la discoteca Kiss, identificado por la prensa como Elissandro Sphor. El segundo dueño de la discoteca de-   saparecido desde el domingo se entregó y fue detenido también ayer.

En declaraciones a la Policía, Sphor admitió que el permiso de la discoteca para operar estaba vencido, aunque ya había pedido la renovación, y culpó a la banda “Gurizada Fandangueira” por el fuego. Sphor negó, asimismo, haber ordenado a los agentes de seguridad bloquear la salida y haber retirado del local el ahora desaparecido computador que almacenaba imágenes grabadas por las cámaras de seguridad. Pese a la tragedia, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, afirmó que la seguridad de la mayor fiesta del fútbol mundial, que se celebrará en Brasil el año próximo, está garantizada.

La tragedia “no tiene nada que ver con la seguridad en los estadios durante la Copa de Confederaciones de la FIFA y la Copa del Mundo”, aseguró.
Brasil, anfitrión del Mundial-2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016 está bajo la lupa del mundo y debe demostrar que es capaz de garantizar la seguridad de miles de personas más allá de los estadios, por ejemplo en lugares de diversión pública, según expertos.

Nacionalidad de difuntos

El incendio en una discoteca en Brasil enlutó a Latinoamérica, despertó la solidaridad de los Gobiernos de la región y de Europa y consternó al papa Benedicto XVI. Tan sólo una de las víctimas identificadas hasta ahora (el paraguayo Guido Brítez) no era de nacionalidad brasileña. EFE, Bogotá