Los gobiernos y las instituciones europeas pidieron ayer a los partidos políticos italianos que dialoguen y que pongan remedio a la inestabilidad surgida tras las últimas elecciones generales.

El vocablo “estabilidad” fue uno de los más empleados ayer por los políticos europeos una vez conocidos los resultados de las elecciones en Italia, pero también “austeridad”, por la influencia que puedan tener en las políticas llevadas a cabo en la Unión Europea (UE).

En interés de Italia y de Europa “lo decisivo” es que se llegue a una “estabilidad” política y a la formación de “un Gobierno con capacidad de gestión”, dijo el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle. Para Francia, en cambio, lo sucedido en Italia es una advertencia al resto de Europa y a las políticas de austeridad, porque, según el ministro de Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, los italianos rechazaron “la política impuesta por los mercados”.

En Bruselas, la Comisión Europea expresó a través del portavoz comunitario, Olivier Bailly, “plena confianza en la democracia italiana” e instó al futuro Gobierno de Roma a mantener los esfuerzos para la reducción del déficit y la deuda pública.

El resultado electoral de Italia y el complejo panorama político que abre se dejó sentir ayer en las bolsas europeas, que cerraron con pérdidas generalizadas.