Una niña de 15 años fue sentenciada en las Islas Maldivas a 100 latigazos por mantener relaciones sexuales prematrimoniales tras ser violada por su padrastro, informó ayer una fuente gubernamental.

La pequeña fue acusada en junio de 2012 después de que su padrastro fuera imputado por la Policía de violar a la niña y matar a un bebé que había tenido con ella y que apareció enterrado en su casa en la isla de Feydhoo, en el norte del país insular. La menor de edad también fue condenada ayer a ocho meses de arresto en un centro de reclusión de menores, y recibirá los latigazos cuando cumpla los 18 años.

El padrastro está acusado de abusos sexuales a menores, posesión de pornografía y asesinato premeditado, pero el juicio contra él todavía no ha sido celebrado. La madre esta imputada a su vez de encubrimiento de asesinato y violación. La niña fue juzgada por mantener relaciones sexuales antes del matrimonio, un delito en el país islamista del océano Índico, que mezcla la ley de la sharia con elementos del derecho inglés.

Rechazo. El Gobierno maldivo mostró su rechazo a la sentencia. “No estamos contentos con las sentencias de latigazos y estamos en contacto con el Poder Judicial para tratar de hacer las leyes más humanas”, dijo Masood Ahmad, secretario de prensa del Gobierno del archipiélago, contactado telefónicamente desde Nueva Delhi. Anmistía Internacional ha denunciado el uso de los latigazos como una forma de castigo “cruel, inhumano y degradante”.

El archipiélago de las Maldivas es el país islámico menos poblado del mundo con 350 mil habitantes. También está compuesto por cerca de 1.200 islas ubicadas en el océano Índico, de las que solo 200 están habitadas, según datos oficiales.