Choques al final de la manifestación de opositores a matrimonio gay en París
Ironía del azar del calendario, mientras multitudes de franceses realizaban esta manifestación contra el matrimonio gay en la capital, en el sur del país el Festival de Cannes otorgó su máximo galardón, la Palma de Oro, a una película que narra el amor entre dos mujeres, "La vie d'Adèle" ("El azul es un color cálido") del director franco-tunecino Abdellatif Kechiche
Choques entre la policía y varios cientos de manifestantes se produjeron el domingo por la noche en París al final de una manifestación de opositores a la ley de matrimonio homosexual, que había reunido decenas de miles de personas, constató la AFP.
Varios cientos de manifestantes permanecieron en la zona después del fin oficial de la manifestación, gritando «esto va estallar», «dictadura socialista» y «periodistas colaboracionistas».
Los manifestantes lanzaron todo tipo de objetos, desde barreras de seguridad hasta botellas de cerveza, contra los policías, que utilizó abundantes gases lacrimógenos en las escaramuzas en los alrededores de la explanada de los Inválidos, en París.
En un comunicado, el ministro del Interior, Manuel Valls, responsabilizó por los enfrentamientos a la «extrema derecha» y a grupos identitarios.
«Estos incidentes fueron causados por cientos de personas, en su mayoría de extrema derecha y de movimientos identitarios, que agredieron violentamente a los policías, cuatro de los cuales resultaron heridos, a los gendarmes y a los periodistas», señala el comunicado.
La policía arrestó a 293 personas, de las cuales 231 quedaron detenidas, dijo a la AFP la prefectura de policía, precisando que unos 200 fueron detenidos en los alrededores de Inválidos.
Seis personas resultaron con heridas leves, cuatro policías, un fotógrafo de AFP y uno de los manifestantes, dijo la prefectura de policía. En total se movilizaron 4.500 policías y gendarmes.
La manifestación había empezado a primeras horas de la tarde en calma, con la participación de 150.000 personas, según la policía, y un millón, según los organizadores.
Ironía del azar del calendario, mientras multitudes de franceses realizaban esta manifestación contra el matrimonio gay en la capital, en el sur del país el Festival de Cannes otorgó su máximo galardón, la Palma de Oro, a una película que narra el amor entre dos mujeres, «La vie d’Adèle» («El azul es un color cálido») del director franco-tunecino Abdellatif Kechiche
La multitud de manifestantes enarboló banderas azules, blancas y rosas, emblema del colectivo Manifestación para Todos (por oposición al «matrimonio para todos), y banderas francesas.
En las pancartas podía leerse: «Último día de la madre antes de la liquidación» (este domingo es el día de la madre en Francia) o «Esto no ha terminado, está empezando».
«No tenemos miedo», afirmó Thomas, que manifestaba con sus cinco hijos pese a las advertencias de las autoridades.
Pilar, una transeúnte española favorable al matrimonio homosexual, manifestó su perplejidad: «Sabía que una parte de la sociedad francesa era conservadora, pero no hasta ese punto. Esa no es la imagen que tenemos de Francia», dijo.
En total cuatro cortejos, tres del colectivo Manifestación para Todos, que convergieron hacia el mismo lugar, y uno separado de la organización integrista católica Civitas se organizaron en la capital francesa, bajo la vigilancia de 4.500 policías y gendarmes movilizados para evitar las acciones violentas.
Prometida por el presidente François Hollande durante su campaña electoral y defendido por toda la izquierda francesa, la ley que autoriza el matrimonio y la adopción para las parejas del mismo sexo fue adoptada por el Parlamento el 23 de abril y promulgada el 18 de mayo.
El texto suscitó una fuerte oposición en Francia, en particular de la oposición de derecha y de los medios católicos.
Lanzado el año pasado con el objetivo de oponerse a la ley a través de manifestaciones masivas pero pacíficas, el colectivo Manifestación para Todos se ha visto desbordado por elementos radicales, y en los últimos meses las diversas manifestaciones dieron lugar a acciones violentas e incluso a agresiones a homosexuales.
La propia portavoz del colectivo, Frigide Barjot, se declaró amenazada y renunció a participar en la manifestación.
En los últimos días, las autoridades francesas multiplicaron las advertencias sobre los riesgos de provocaciones.
«Declaraciones alarmistas»
Los dirigentes del movimiento Manifestación para Todos consideraron «alarmistas» esas declaraciones, afirmando que estaban destinadas a «intimidar» y «desmovilizar».
Los tres cortejos organizados por Manifestación para Todos marcharon hasta unirse en la gran explanada de los Inválidos de la capital, donde la mayoría de los manifestantes se dispersaron al final de la tarde.
Paralelamente a la manifestación, una decena de personas del movimiento ultraderechista Generación Identitaria escalaron la pared de la sede del Partido Socialista en París y alcanzaron una terraza en la que desplegaron una banderola con la inscripción «Hollande dimisión».
Según un sondeo publicado el domingo, el 72 por ciento de los franceses consideran que es hora de que las manifestaciones terminen, dado que la ley ha sido adoptada por el Parlamento, aprobada por el Consejo Constitucional y promulgada.