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Al Asad y Hezbolá se imponen en Quseir

El ejército sirio, apoyado por el Hezbolá libanés, tomó el control de la estratégica ciudad de Quseir, bastión de los rebeldes desde hacía un año, obteniendo así una importante victoria en la guerra.

Quseir, que se encuentra en la carretera que une Homs (centro) al litoral sirio, cerca de la frontera libanesa, está considerada una localidad estratégica, ya que era sitio de paso para armas y combatientes de los rebeldes desde Líbano. Para las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Asad, también es estratégica, ya que se encuentra entre Damasco y el mar Mediterráneo, en plena zona alauita, bastión del régimen.

La oposición siria se comprometió a continuar con “la revolución” pese a esta derrota. La Coalición Nacional de la oposición pidió a la ONU y a las grandes potencias que “intervengan rápidamente para proteger a los civiles y poner fin a los actos de venganza y a las matanzas”.

Mientras la violencia ya ha causado más de 94.000 muertos y llevado al éxodo a cinco millones de personas desde marzo de 2011, la ONU, EEUU y Rusia celebraron en Ginebra una reunión preparatoria con miras a la conferencia de paz internacional deseada por Washington y Moscú —que podría llevarse a cabo en julio— y que prevé otra para el 25 de junio.

Francia y Reino Unido anunciaron por su lado que tienen pruebas de la utilización de gas sarín en Siria y el presidente francés, François Hollande, consideró que esos elementos “obligan a la comunidad internacional a actuar”. Por su parte, Irán felicitó al régimen por su victoria frente a “los terroristas”.