Rivalidad religiosa siria amenaza con extenderse en Oriente Medio
La milicia chií libanesa anunció abiertamente su implicación junto a las tropas del régimen de Bashar al Asad, apoyadas también por combatientes chiíes iraquíes en su guerra contra la rebelión siria, mayoritariamente suní.
La intervención armada del Hezbolá chií libanés en la guerra civil en Siria atiza la polarización islámica entre suníes y chiíes, y acentúa el riesgo de una radicalización de ambos bandos así como la extensión del conflicto al conjunto de Oriente Medio.
La milicia chií libanesa anunció abiertamente su implicación junto a las tropas del régimen de Bashar al Asad, apoyadas también por combatientes chiíes iraquíes en su guerra contra la rebelión siria, mayoritariamente suní.
Los partidarios de la rebelión reaccionaron con fuerza a la conquista por parte del Ejército, después de 17 días de duros combates, de Quseir (centro), un bastión rebelde, y llamaron a oponerse a la intervención de grupos chiíes.
El mufti de Arabia Saudita, Abdel Aziz al Sheij, llamó a los gobiernos y responsables religiosos a castigar a “este repugnante grupo sectario” que es Hezbolá, convertido en el “partido de Satán” para el influyente predicador Yusef al Qaradaui, quien ha llamado a los suníes a unirse a la rebelión.
Por su parte, el jefe interino de la Coalición de la Oposición Siria, George Sabra, acusó a Hezbolá, Irán e Irak, mayoritariamente chií, de arrastrar a la región en “un conflicto confesional”.
“Tememos ahora que toda la región caiga en un conflicto confesional, que tomaría la forma de una serie de guerras civiles incluyendo a Líbano, Irak y, por supuesto, Siria”, añadió Salman Shaij, director de Brookings Doha Center.
DESACUERDO. La tensión religiosa, ya importante en la región, se acentuó con la batalla de Quseir. El régimen de Al Asad está dominado por los miembros de la minoría alauita, una rama del chiísmo, y los suníes son mayoritarios en Siria y en el mundo musulmán.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, cuyo gobierno chií se enfrenta a una amplia oposición suní, advirtió esta semana que “una tempestad confesional brutal” azotaría la región. Irak enterró en mayo a hombres muertos en combate junto a las tropas sirias.
“El alistamiento confesional ha alcanzado recientemente niveles preocupantes”, se alarmó el universitario emiratí Abdelkhaleq Abdalá, quien anotó que la rivalidad histórica entre suníes y chiíes toma ahora una dimensión “política más que religiosa”.
Arabia Saudita, en donde están los lugares santos del Islam, es el principal portaestandarte de los suníes, ampliamente mayoritarios entre los 1.400 millones de musulmanes del mundo, cuando Irán es el portavoz de los chiíes.
Para el cronista libanés Hazem Sagheye, el conflicto sirio provocó “un alistamiento transfronterizo” de suníes por una parte, y de chiíes por la otra, como lo muestra el caso de Líbano, profundamente dividido entre partidarios y adversarios de Al Asad, y escenario de repetidos actos de violencia.
Mientras que personalidades suníes condenaron la implicación del Hezbolá en la batalla de Quseir, la caída de esta ciudad se celebró en los barrios chiíes de Líbano y fue aplaudida en otros lugares por grupos chiíes como la Agrupación Unionista Nacional Democrática de Bahréin, donde la mayoría chií anima un movimiento de protesta en contra de la dinastía sunita de ese país.
TENSIÓN. “Lo tremendo es que la tensión confesional podría radicalizar más a Al Qaeda y al extremismo religioso, y amenazar al conjunto de la región”, indica el analista saudita, Tarek al-Homayed. “Avanzamos hacia el caos en el mundo árabe”, concluye.
El jueves, el jefe de los servicios especiales rusos (FSB), Alexandre Bortnikov, afirmó que unos 200 islamistas del Cáucaso ruso combaten en Siria al lado de Al Qaeda. “Rusia está inquieta porque cerca de 200 rebeldes del ‘Emirato del Cáucaso’ combaten bajo la bandera de Al Qaeda y otras estructuras afiliadas”, declaró Bortnikov luego de una reunión con responsables de los servicios de seguridad en Tartaristán (Volga).
Mientras la violencia en Siria amenaza con extenderse hacia otras regiones de Oriente Medio, el número de afectados al interior del país continúa en aumento.
La ONU solicitó $us 5.200 millones en fondos, un récord histórico, para ayudar hasta diciembre a más de diez millones de sirios afectados por la guerra, o sea casi la mitad de la población del país.
Es la solicitud de fondos más importante de las realizadas por las Naciones Unidas si no se toma en cuenta la fase de reconstrucción de países, muy por delante de Irak, Sudán, Afganistán y Pakistán e incluso del terrible terremoto de Haití en 2010 y del tsunami en el océano Índico en 2004.
Los suníes llaman a la ‘yihad’ contra Al Asad
Más de 500 ulemas suníes afirman que es un deber apoyar a los rebeldes
EFE – El Cairo
Más de 500 ulemas suníes, reunidos en El Cairo, llamaron esta semana a la “yihad” (guerra santa) contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, y calificaron la injerencia de Irán y de la milicia chií libanesa Hezbolá de “declaración de guerra contra el Islam”.
Este encuentro para tratar la crisis siria, convocado por el llamado Consejo Mundial de Coordinación Islámica, contó con la presencia de destacados clérigos de Egipto, Arabia Saudí, así como jeques de más de 50 países. Los asistentes afirmaron en su comunicado final que participar en los combates en Siria y apoyar con dinero o con armas a los rebeldes es “un deber para salvar al pueblo sirio de las manos de la criminalidad sectaria”.
En su opinión, las agresiones del régimen de Damasco, Irán y Hezbolá contra el pueblo sirio son “un anuncio de guerra contra el Islam y los musulmanes”, en una nueva muestra de las tensiones entre la rama suní y chií del Islam.
La oposición siria asegura que hay sobre el terreno combatientes de Irán y Hezbolá, principales aliados del régimen sirio y seguidores chiíes, a la que, en la rama alauí, también pertenece Al Asad.
Diferencia entre chiíes y suníes
División
El Islam, la religión de los musulmanes fundada por Mahoma en el siglo VII, tiene dos ramas principales: suníes (ortodoxos adeptos de los primeros califas sucesores del profeta) y chiíes (seguidores del yerno de Mahoma, Alí) con diferencias doctrinales y políticas.
Fieles
Los suníes representan más del 90% del mundo musulmán, con 1.200 millones de fieles. Los chiíes, sin embargo, son unos 100 millones. Sólo los chiíes tienen un ayatola (líder espiritual con poderes ejecutivos en el Estado).