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Erdogan justifica la represión y sindicatos convocan a huelga

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, justificó ayer ante más de 100.000 partidarios la evacuación del último bastión de los manifestantes que exigen su renuncia desde hace más de dos semanas, mientras continúan los enfrentamientos esporádicos en Estambul.

Dos de los principales sindicatos turcos llamaron a la huelga general para este lunes, con el fin de protestar contra la brutal represión de los mitines en Estambul, Ankara y varias ciudades del país durante el fin de semana.

Los manifestantes —muchos de los cuales pertenecen a la juventud turca, la primera beneficiaria de los éxitos económicos de Erdogan— acusaron el golpe después del asalto el sábado al anochecer contra el Parque Gezi y la Plaza Taksim, la cuna de las protestas desde el 31 de mayo.

Reacción. Por el contrario, el jefe del Gobierno hizo una nueva demostración de fuerza ante más de 100.000 partidarios de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). “He dicho que habíamos llegado al final. Que se había vuelto insoportable. Ayer (el sábado), la operación fue llevada a cabo y (la Plaza Taksim y el Parque Gezi) fueron limpiados”, exclamó, ante los gritos de la multitud, la más importante congregada desde el comienzo de la crisis que afecta a Turquía. “Era mi deber de primer ministro”, añadió.

“Nosotros no abandonaremos esta plaza a los terroristas”, insistió el primer ministro, refiriéndose a las banderas y las pancartas de movimientos políticos prohibidos que habían sido desplegadas en la Plaza Taksim.

En más de dos horas de discurso, Erdogan criticó a los medios internacionales de prensa cómplices de los “terroristas”, al Parlamento Europeo que sobrepasa “los límites” y a los “saqueadores” que destruyen el país. Simultáneamente, las fuerzas del orden continuaban anoche enfrentando a agrupaciones de manifestantes alrededor de la Plaza Taksim. En varias oportunidades, los uniformados usaron gases lacrimógenos y cañones de agua para impedir que se acercasen.

Por primera vez desde el comienzo de la crisis, unidades de gendarmería llegaron para reforzar a la Policía, sobre todo bloqueando la entrada de uno de los dos puentes que cruzan el Bósforo para impedir que los manifestantes llegasen de la orilla de la ciudad para apoyar a los que protestaban.

En Ankara, los agentes dispersaron en varias oportunidades a cientos de personas que trataban de reunirse en la Plaza Kizilay, el corazón de las protestas en la capital. Según la coordinación de los manifestantes, llamada Solidaridad Taksim, cientos de personas fueron heridas durante la operación del sábado. El gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu, dijo que hubo 44 heridos.

En cuanto se supo la noticia de la evacuación del Parque Gezi, decenas de miles de personas salieron a las calles de Estambul para tratar de “recuperar” la Plaza Taksim. En la noche, la Policía intervino con gases lacrimógenos, cañones de agua y disparos de balas de caucho para dispersar a la multitud en las arterias de la ciudad.

Los uniformados ya habían intervenido en el Parque Gezi el 31 de mayo, desalojando brutalmente a cientos de militantes ecologistas que protestaban contra la destrucción anunciada del parque. La ira provocada por esta operación desencadenó la mayor protesta contra el Gobierno islamista-conservador desde su llegada al poder en 2002.

Paralelamente, un grupo de simpatizantes del primer ministro turco atacó ayer a los manifestantes antigubernamentales que huían de la Policía durante las cargas que se produjeron en el centro de Estambul, informó el diario Hürriyet. La Policía detuvo a casi 350 personas durante la jornada, informó el periódico, citando fuentes del Colegio de Abogados de Estambul.

Reacciones ante los disturbios

Pedido

El secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, llamó “a todas las partes a seguir el diálogo”.

Alemania

El portavoz del Gobierno germano, Steffen Seibert, pidió que se respete “la libertad de manifestar y de expresión”.