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Obama ordena desclasificar el programa de espionaje

El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció ayer en Berlín que desclasificará parte del programa de espionaje masivo PRISM que emplean sus servicios de Inteligencia, con el objetivo de mejorar su transparencia y tranquilizar a la población.

Obama hizo el anuncio en la conferencia que siguió a su entrevista con la canciller alemana, Angela Merkel, en la que reiteró que se ha logrado el “equilibro adecuado” entre seguridad nacional, y libertades civiles y privacidad.

El gobernante se comprometió a difundir “parte de los programas” de espionaje —cuya existencia ha sido revelada en las últimas semanas— cuando regrese a EEUU tras su viaje a Europa, que le llevó a Irlanda del Norte para una cumbre del G8 y a Alemania.

El objetivo de esta desclasificación parcial será “compartir” con la ciudadanía cierta información, para que conozcan el alcance de los datos privados almacenados, los procesos de obtención de esa información y su uso por parte de los servicios de Inteligencia.

Asimismo, Obama explicó que también va a intensificar su cooperación con sus socios alemanes, para que tanto el Ejecutivo de Angela Merkel como los ciudadanos de ese país sepan “que no se han cometido abusos”. “Damos la bienvenida a estos debates”, aseguró el Presidente estadounidense tras hacer referencia a las estrategias que heredó de la anterior administración de George W. Bush, en materia de la denominada “lucha contra el terror”.

“Tenemos que encontrar el equilibrio adecuado y ser cautos en asuntos de inteligencia”, subrayó. El Mandatario adelantó que de los al menos 50 planes terroristas desbaratados gracias al PRISM, lo que ha salvado vidas, algunos iban a tener lugar en Alemania.

El Washington, el presidente de AP, Gary Pruitt, ofreció una conferencia de prensa en la que denunció que el espionaje realizado por el Gobierno estadounidense a la agencia de noticias  ha “intimidado” a las fuentes que usan los periodistas para su trabajo.

“Algunas fuentes confiables de largo tiempo se ponen nerviosas y ansiosas a la hora de hablar”, dijo Pruitt, quien acusó también al actual Gobierno de haber “violado la zona de protección” que la Primera Enmienda de la Constitución concede a los periodistas.

Pruitt señaló que esa “intimidación” de las fuentes está afectando no sólo a AP, sino también a otras organizaciones de prensa en EEUU. El Departamento de Justicia recopiló de forma secreta los registros de 20 líneas telefónicas de AP entre abril y mayo de 2012 para investigar una filtración sobre seguridad.

La filtración tuvo que ver con una noticia publicada por AP en la que informaba de que el Gobierno había frustrado un complot de la red terrorista Al Qaeda en Yemen para atentar contra un avión con rumbo a Estados Unidos, una historia que los estadounidenses “tenían derecho a saber”, en palabras de Pruitt.

“Nadie en este país debería ser perseguido por hacer periodismo”, remarcó el presidente de AP. Si se restringe la labor de los periodistas “la sociedad solamente sabrá lo que el Gobierno estadounidense quiere que se sepa”, agregó el jefe de la agencia.

También afirmó que el Gobierno de Obama “ama demasiado el secreto”, en referencia a las revelaciones sobre los programas secretos de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para recopilar registros telefónicos y datos de internet de millones de usuarios.