Ecuador endurece tono frente a EEUU en caso Snowden
Ecuador renuncia de manera unilateral e irrevocable a preferencias arancelarias en la lucha antidrogas o ATPDEA, que expiran el próximo 31 de julio, señala un comunicado oficial.
Ese endureció el tono frente a Estados Unidos al renunciar a preferencias arancelarias que le otorgaba ese país en el marco de la lucha antidrogas, y reivindicar con ello su independencia en el caso del prófugo estadounidense Edward Snowden, a quien considera otorgar asilo político.
«Ecuador renuncia de manera unilateral e irrevocable a dichas preferencias arancelarias o ATPDEA», que expiran el próximo 31 de julio, señaló una declaración leída por el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado.
«Ecuador no acepta presiones ni amenazas de nadie, y no comercia con los principios ni los somete a intereses mercantiles, por importantes que éstos sean», agregó la nota, según la cual Washington solicitó a Quito, mediante una comunicación, entregarle a Snowden en caso de que ingrese en territorio ecuatoriano.
El gobierno del izquierdista Rafael Correa estudia desde el domingo pasado una solicitud de asilo del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), reclamado por la justicia de Estados Unidos al haber filtrado a la prensa un programa de espionaje masivo de comunicaciones telefónicas e internet por parte de los servicios de inteligencia de ese país.
Junto con la declaración sobre el ATPDEA, la ministra de la Política, Betty Tola, leyó otra advirtiendo que una condena a Snowden podría violar los derechos humanos.
«Las revelaciones del señor Snowden versan sobre programas de espionaje secretos alrededor del mundo contrarios al ordenamiento jurídico internacional y las sanciones por los delitos por los cuales se lo acusa podrían contravenir la Convención Interamericana de Derechos Humanos, que lamentablemente Estados Unidos no ha ratificado», sostuvo.
El lunes, Quito negó haber entregado un «pasaporte o carné de refugiado» a Snowden para que pudiera viajar de Hong Kong a Rusia -en cuyo aeropuerto internacional se encuentra desde el domingo-, pero no aludió a la posibilidad de haber extendido un salvoconducto.
Washington confirmó el domingo último que había revocado el pasaporte a Snowden, por lo que su situación migratoria es confusa.
El gobierno ecuatoriano recordó que las preferencias del ATPDEA «fueron originalmente otorgadas (en 1991) como una compensación a los países andinos por su lucha contra las drogas, pero pronto se convirtieron en un nuevo instrumento de chantaje».
El Ciudadano, periódico digital de la presidencia, indicó que «entre los temas con los cuales se ha ejercido presión, explícita e implícita, a Ecuador se encuentran el asilo a Julian Assange, fundador de WikiLeaks (en agosto de 2012); el análisis de la solicitud de asilo a Edward Snowden; y las relaciones bilaterales y soberanas con naciones que han sido consideradas como ‘enemigas’ de los Estados Unidos».
«Nos hubiera encantado que con la misma urgencia que se exige entregar al señor Snowden (…) se hubiese entregado a muchos prófugos de la justicia ecuatoriana refugiados en Estados Unidos, particularmente los banqueros corruptos que dolosamente quebraron al país en 1999, cuya extradición ha sido reiteradamente negada» por Washington, subrayó la declaración.
Ecuador enfatizó que su golpe sobre la mesa se produce frente a la «amenaza, insolencia y prepotencia de ciertos sectores políticos, grupos mediáticos y poderes fácticos estadounidenses que han presionado para quitar las preferencias arancelarias», las cuales representan unos 23 millones de dólares anuales.
Incluso el país, de 15,5 millones de habitantes, ofreció a la Casa Blanca una «ayuda económica» por igual monto «con el fin de brindar capacitación en materia de derechos humanos que contribuya a evitar atentados a la intimidad de las personas, torturas, ejecuciones extrajudiciales y demás actos que denigren a la humanidad».
«Entendemos que deben existir mecanismos de lucha contra el terrorismo, pero no podemos admitir que en este empeño se atropellen los derechos humanos y la soberanía de los pueblos», dijo el gobierno, que se solidarizó con el pueblo estadounidense «por el espionaje masivo que también ha recibido».
Correa, quien hace un mes asumió para un segundo cuatrienio, había restado importancia de antemano a la posibilidad de que el Congreso norteamericano no renovara el ATPDEA, indicando que se ha sobrestimado su impacto, y que el gobierno puede cubrir la ayuda en favor de los exportadores.
Junto con el ATPDEA vencerá el Sistema Generalizado de Preferencias (GSP), del cual se beneficia Ecuador, que tiene en Estados Unidos su principal socio comercial como destino del 40% de las exportaciones, lo que equivale a unos 9.000 millones de dólares anuales.
El PIB del socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es de 86.166 millones de dólares y, según Correa, pronto llegará a 90.000 millones.
El ATPDEA cubre únicamente a Ecuador, pues sus beneficiarios originales Colombia y Perú tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos, mientras que Bolivia fue separado del programa al considerar Washington insuficientes sus esfuerzos antidrogas.