Icono del sitio La Razón

Una segunda manifestación se dirige al Maracaná antes de la final de la Copa

Una segunda manifestación compuesta por algunas miles de  personas, según datos preliminares, se dirige al estadio Maracaná de Río de Janeiro, donde las selecciones de Brasil y España jugarán hoy la final de la Copa Confederaciones de fútbol.

Los manifestantes salieron de la Plaza Saens Peña, en el barrio de Tijuca, a unos dos kilómetros del estadio, y partieron hacia el Maracaná en una concentración a favor de la educación y en contra de la corrupción y la concesión del estadio a la gestión de empresas privadas, entre otras quejas.

«Maracanós» (Nosotros Maracaná) es el grito que domina en la marcha, dentro de la cual hay un grupo de personas con los rostros cubiertos cargando mochilas, mientras que policías la acompañan caminando junto con los manifestantes.

En protestas anteriores en las inmediaciones de los estadios donde se jugaban partidos de la Copa Confederaciones hubo enfrentamientos entre algunos manifestantes violentos y las fuerzas del orden.

El único incidente hasta ahora fue un intento de agresión a un periodista de la cadena Globo por parte de unas tres personas, según vieron periodistas de la Agencia EFE.

La policía intervino y detuvo a dos personas, aunque tras la presión de los manifestantes los liberó.

Los manifestantes también entonan consignas contra Sergio Cabral, el gobernador del estado de Río de Janeiro, al que tachan de «dictador».

Previamente tuvo lugar otra marcha en la que participaron unas 5.000 personas, que también partió de la Plaza Saens Peña hasta cerca del estadio, sin que hubiera ningún incidente.

La protesta fue contenida por un gran cordón policial desplegado un kilómetro antes de Maracaná.

A fin de garantizar la seguridad en la zona del estadio, las autoridades han movilizado un  contingente de 10.600 policías, mientras que 7.400 militares realizan labores de apoyo. Dentro del Maracaná hay otros 1.300 guardias privados.

Las protestas forman parte de una ola de manifestaciones que ocurren en Brasil desde hace tres semanas para exigir mejores servicios públicos y expresar su rechazo al elevado gasto público en el torneo organizado por la FIFA, entre muchas otras reivindicaciones.

Un pequeño grupo de personas ocupó hoy durante poco más de una hora un terreno donde se ultima la construcción de la futura sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en Río de Janeiro.

Varios portales atribuyeron la acción al llamado Frente Nacional de Hinchas, que entró en los patios externos de un edificio en reforma que será la próxima sede nacional de la CBF y que actualmente está vacío.

Algunos de los manifestantes, que no pasaban de 40 personas, usaban máscaras y pañuelos para ocultar sus rostros y portaban carteles en los que se leía «Fuera FIFA» y «Fuera Marín», por el actual presidente de la CBF, José María Marín.