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Francisco inicia hoy su visita de 7 días por Brasil

Francisco I iniciará hoy en Brasil un periplo de siete días durante el cual buscará revitalizar a la Iglesia Católica en Latinoamérica. Participará de la Jornada Mundial de la Juventud, que reunirá a 1,5 millones de personas del martes al domingo. 

El primer Papa latinoamericano de la historia, de 76 años de edad, presidirá la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Río de Janeiro, una especie de “Woodstock católico”. También viajará a Aparecida, el mayor santuario católico de Brasil, que se encuentra en el estado de Sao Paulo.

La máxima autoridad eclesiástica llega a Brasil poco después de las históricas manifestaciones por mejores servicios públicos, contra la corrupción y los gastos del Mundial de Fútbol de 2014, y que terminaron muchas veces en violentos enfrentamientos con la Policía, saqueos e inclusive destrozos.

El contacto del Papa con los jóvenes será sin pompa. Se prevé que sus actos improvisados y su voluntad de “oler a oveja” como su rebaño —como él mismo dice— pongan a prueba a los servicios de seguridad, por ejemplo cuando visite el jueves una pequeña favela de la zona norte de Río, o cuando presencie el viernes representaciones de las 14 estaciones del Vía Crucis en la playa de Copacabana.

Ateos brasileños y el grupo Anonymous Rio, uno de los organizadores de las protestas, han convocado para hoy a una manifestación contra el gasto púbico de unos $us 53 millones —un tercio del presupuesto total—, que implica su visita y la organización de la JMJ en Río.

Sin embargo, el Vaticano no se muestra preocupado y varios expertos destacan que la prédica de Francisco en defensa de los más desposeídos tiene mucha sintonía con los manifestantes.

Censo. “Creo que en Brasil (el Papa) proseguirá, profundizará y aclarará su Evangelio social. Desde que fue elegido, denuncia las nuevas formas de esclavitud, la explotación, la desigualdad, la irresponsabilidad de algunas fuerzas sociales”, comentó a la AFP el vaticanista Marco Politi.

En Brasil el último censo de 2010 señala que los católicos representan el 64,6% de la población, contra 91,8% en 1970. Pero una encuesta de Datafolha, publicada ayer, indica que la sangría de fieles ha continuado en caída y que actualmente son un 57%.

“El sello del papa Francisco en Brasil será el del diálogo, de la apertura, de recuperar el fervor del Evangelio”, señaló a la AFP Faustino Teixeira, profesor de Ciencias de la Religión de la Universidad de Minas Gerais. Según este experto, la opción del Papa por una Iglesia más austera y cercana a los pobres “se identifica profundamente con el horizonte de América Latina y de la Teología de la Liberación”.