La guerrilla de las FARC ofreció “combatientes” y “armas” a campesinos que desde hace semanas protestan y son reprimidos en la región del Catatumbo, provocando el rechazo del Gobierno.
“Pueden contar con nuestras filas, con nuestras armas, con nuestros combatientes”, reza el comunicado, en el que la guerrilla también dice que aunque adelanta un proceso de paz con el Gobierno, éste será “imposible” si el “pueblo sigue siendo violentado”.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, rechazó el ofrecimiento de las FARC, tildándolo de “gran payasada”, y dijo que “devela la relación que hay” entre el grupo terrorista y las protestas campesinas, que han dejado cuatro muertos y mantienen las vías de la región bloqueadas desde hace unas cinco semanas. Estas manifestaciones comenzaron inicialmente en contra de la erradicación de cultivos de coca, aunque posteriormente se agregaron otros reclamos y la petición de la creación de una zona de reserva campesina.