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El exceso de velocidad causó la tragedia que dejó 80 muertos

La excesiva velocidad se perfila como la principal causa del trágico accidente ferroviario en Santiago de Compostela (Galicia, noroeste) que sumó hasta anoche al menos 80 muertos, el más grave desde 1944 en una España profundamente conmocionada.

Mientras el Gobierno aumentaba anoche el balance a 80 fallecidos, la angustia de las familias que seguían sin noticias de sus seres queridos persistía con 13 cadáveres aún por identificar. Además, la cifra todavía puede aumentar ya que de los 178 heridos contabilizados por el gobierno regional gallego, 94 seguían ingresados, 35 de ellos en estado crítico.

Horas después del siniestro, el escenario de la tragedia seguía siendo dantesco: una gran grúa blanca levantaba los vagones hechos añicos, mientras en las vías aún se veían rastros de maletas y pertenencias de los pasajeros mezclados con la chatarra del convoy. Delante del sanatorio instalado en un pabellón cercano, los coches fúnebres iban y venían mientras familiares compungidos buscaban confort en los equipos de psicólogos puestos a disposición o, algunos consumidos por la ansiedad, continuaban a la espera de noticias de sus seres queridos.

Desde el primer momento, la excesiva velocidad fue visto como la causa de esta tragedia, ocurrida a las 20.42 del miércoles a sólo cuatro kilómetros de la estación de Santiago de Compostela, cuando el tren entró en una curva muy cerrada limitada a 80 km/h.

“¡Voy a 190! Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia”, dijo uno de los maquinista por radio a la estación en el momento del accidente, según el diario español El País.

El tren, que circulaba por una línea de alta velocidad estrenada en 2011, aunque el convoy en sí no era de alta velocidad, había salido de Madrid y tenía por destino Ferrol. “Lo que sabemos es que el tren no ha tenido ningún problema operativo”, declaró el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar.

Numerosos testigos hablan de un ruido muy fuerte como de una fuerte explosión. Varios vagones descarrilaron, amontonándose unos con otros. Uno de ellos saltó por los aires cayendo a un terraplén a varios metros de las vías. Varias mantas cubrieron los cadáveres esparcidos en el lugar.

El país entero ha quedado compungido por el peor accidente ferroviario desde 1944, cuando un choque de dos trenes causó cientos de muertos en la provincia de León (norte). En 1972, un tren que cubría la ruta Cádiz-Sevilla (Andalucía, sur) descarriló causando también 77 fallecidos.

3 latinoamericanos perecieron

Al menos tres extranjeros, dos colombianos y una mexicana, perdieron la vida en el accidente ferroviario ocurrido el miércoles en Galicia (noroeste), que causó 80 muertos. Las autoridades confirmaron que de Colombia había dos muertos y cuatro heridos; y de México, una mujer fallecida, en lo que es uno de los peores accidentes de tren en la historia de España, hecho que ocasionó que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decrete tres días de luto oficial, luego de su visita al lugar del siniestro.

El accidente de tren ocurrido anoche en las inmediaciones de la estación de Santiago de Compostela ha suscitado reacciones de condolencia y de solidaridad en todo el mundo.

Dos investigaciones, una judicial y otra administrativa, se han puesto en marcha. De momento, el juez ha pedido a la Policía que interrogue como imputado a uno de los conductores del convoy, bajo custodia policial en el hospital donde está ingresado, informó AFP.