Los equipos de rescate seguían anoche con la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros de un edificio destruido tras una explosión por un escape de gas en la ciudad argentina de Rosario, que dejó al menos diez muertos, 62 heridos y 11 desaparecidos.
“Nuestra preocupación y nuestro trabajo está abocado a la búsqueda de personas”, dijo a la prensa Marcos Escajadillo, secretario de Seguridad de la provincia de Santa Fe, donde se ubica Rosario, 310 km al norte de Buenos Aires.
La explosión ocurrida la mañana del martes dejó un saldo parcial de diez personas fallecidas y 11 desaparecidos, dijo el ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, quien aclaró que dos personas que figuraban como desaparecidas estaban con sus familiares.
En tanto, “hay 20 heridos que continúan internados (del total de 62) de los cuales tres están en terapia intensiva porque revisten alguna gravedad”, agregó la alcaldesa de Rosario, Mónica Fein.
Tras regresar ayer a Buenos Aires luego de participar en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la presidenta Cristina Kirchner viajó a Rosario para recorrer la zona del siniestro.
El Gobierno decretó dos días de duelo nacional durante los cuales la bandera nacional será izada a media asta, anunció el portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro. El oficialismo suspendió los actos de cierre de campaña electoral en vistas a las primarias del domingo que definirán las candidaturas para los comicios parlamentarios de octubre.
Escajadillo dijo que las brigadas de bomberos socorristas están trabajando en el segundo subsuelo del edificio afectado realizando “trabajos de remoción manual de escombros con la asistencia de perros especializados en la búsqueda de personas vivas”.
La búsqueda de posibles sobrevivientes continúa a todo ritmo, en medio de expectativas generadas por los socorristas, quienes piden silencio para tratar de detectar algún eventual movimiento o ruido, constató la AFP. Familiares que buscan gente desaparecida, se fueron acercando en pequeños grupos a la zona del derrumbe, cercada a 500 metros a la redonda.
Los vidrios esparcidos por doquier, un marco de ventana colgado de un árbol, ropa desparramada entre cables y árboles quedan en el lugar como una marca de lo que fue la explosión que causó un temblor que pudo sentirse a centenares de metros a la redonda.
El estallido se produjo por un escape de gas en un complejo de tres torres de 60 apartamentos en el centro de Rosario, la tercera ciudad argentina, donde vivían muchos jóvenes y estudiantes por el bajo costo de los alquileres.
Un gasista y su ayudante, que trabajaban en el edificio momentos antes de la explosión, fueron detenidos a disposición de la justicia, dijo el abogado Hugo Bufarini, quien sostuvo que su cliente “es un chivo expiatorio” y “está matriculado desde hace 20 años”.
El encargado del edificio siniestrado, de nombre Pedro, contó al canal Todo Noticias, que poco antes de la explosión el gasista trabajaba con su ayudante para “cambiar el regulador, pero se equivocó en algo, se subió a la camioneta y se fue”. “Es muy triste pensar que un tipo pudo haber matado a tantas personas. Yo no tuve tiempo de salvar vidas, de avisar que esto iba a explotar”, dijo el hombre en medio de sollozos.
Litoral Gas, concesionaria de la red de gas en la provincia de Santa Fe, dijo no haber sido informada de trabajos realizados el martes previo a la explosión y aseguró que en caso de un cambio de regulador de presión, la firma debe ser advertida para cortar el gas.