El papa Francisco lanza una jornada mundial de ayuno y oración por la paz en Siria
"íQue se eleve fuerte en toda la Tierra el grito de la paz!", exclamó el miércoles el papa para convocar a los 1.200 millones de católicos, al resto de cristianos, fieles de otras religiones y ateos a concentrarse contra la guerra en Siria.
Por iniciativa de la Iglesia católica, los cristianos, musulmanes, budistas, judíos y ateos están llamados a participar este sábado en una jornada mundial de ayuno y oración contra una intervención armada en Siria que incluirá una gran velada en la plaza de San Pedro de Roma con la presencia del papa Francisco.
«La paz es un bien que supera cualquier barrera, porque es un bien de toda la humanidad», tuiteó el papa argentino el viernes.
A las 17H00 GMT comenzará la velada en la plaza de San Pedro que se prolongará hasta las 21H00 GMT, alternando momentos de oración y de silencio.
El papa, que estará presente durante las cuatro horas, hará una breve intervención.
«íQue se eleve fuerte en toda la Tierra el grito de la paz!», exclamó el miércoles el papa para convocar a los 1.200 millones de católicos, al resto de cristianos, fieles de otras religiones y ateos a concentrarse contra la guerra en Siria.
Francisco, que envió una carta a la cumbre del G20 en San Petersburgo, se opone a la intervención militar en Siria prevista por Estados Unidos y Francia, ya que considera que empeorará la masacre, aumentará el odio y no podrá ser limitada.
Desde Buenos Aires a Bombay, pasando por cualquier lugar en que la Iglesia esté presente, sus responsables transmitieron este mensaje en sermones o redes sociales.
«Escuchamos esta voz procedente del mundo entero y nos emocionamos por esta cadena de solidaridad iniciada por el papa», comentó por teléfono a la cadena de televisión Sky TG24 el nuncio apostólico en Damasco, monseñor Mario Zenari.
Zenari acudirá a la catedral melquita para un velada de oración ecuménica que reunirá también a ortodoxos y musulmanes.
El llamamiento tuvo especial repercusión en Oriente Medio, donde a los patriarcas, a menudo rivales entre sí, les une ahora la preocupación por las consecuencias que podría tener la propagación de la guerra y el ascenso islamista.
El patriarca de Constantinopla, Bartolomé, apoyó la iniciativa del papa.
El gran muftí Ahmad Badredin Hasun, líder del islam sunita en Siria, pidió a los fieles que se unan a la oración del papa.
El patriarca maronita, Bechara Boutros Rai, conducirá una oración en la basílica de Nuestra Señora de Líbano, en Harissa, al norte de Beirut, a partir de las 20H00 (17H00 GMT).
El vicepresidente del Alto Consejo chiita de Líbano, el jeque Abdel Amir Qabalan, respondió favorablemente a la llamada del papa Francisco.
El patriarca de Antioquía y de Oriente para los greco-católicos, Gregorio Laham, convocó a «todos los fieles al ayuno» y a los religiosos a «abrir las iglesias desde las 20H00 hasta medianoche para las oraciones».
El cardenal brasileño Joao Braz de Aviz, presidente del Consejo Pontifical para las Órdenes Religiosas masculinas y femeninas en los cinco continentes, invitó a responder masivamente a este llamado en todas las iglesias y monasterios del mundo.
Los obispos cubanos llamaron a sus fieles a participar en una jornada de «ayuno y oración por la Paz» para «corresponder a tan noble propósito uniéndonos, según las posibilidades de cada uno, a este llamado del Santo Padre».
El presidente italiano del Consejo Pontifical de la Familia, Vincenzo Paglia, se dirigió a las familias: «Queridos padres, no tengan miedo de proponer a sus hijos una comida sobria».
«No olviden invitar a los abuelos a esta comida pobre en alimentos pero rica en palabra. Si uno de ellos vivió la guerra, que cuente lo que significa vivir bajo las bombas, con la incertidumbre del mañana y lo que para ellos significaba rezar en momentos así», recomendó.
«Este grito del papa aúna el clamor que estalla de la única gran familia que es la humanidad», explicó a la AFP el cardenal francés Etchégaray.
Según él, el papa Francisco se une a la corriente de movilizaciones que la Iglesia católica protagonizó durante la época de Juan Pablo II durante las guerras en los Balcanes y contra la intervención estadounidense en Irak en 2003.
En Asís (centro de Italia), ciudad del santo patrón de la paz, Francisco, pacifistas laicos se unirán a los hermanos del Sagrado Convento para desplegar una gran pancarta con los colores del arcoíris y participar en la velada.
La comunidad árabe de Italia (Comai) anunció su participación en la Plaza de San Pedro en una «oración musulmana por la paz en todo Oriente Medio»
En el ámbito político, el presidente uruguayo, José Mujica, respaldó el viernes «la ofensiva diplomática y movilizadora» del pontífice y destacó el «enorme contenido y significado que tiene esta gestualidad pacíficamente combativa del papa Francisco».
Además, muchos grupos no creyentes, como el Partido Radical Italiano, anticlerical, y el pequeño partido de extrema izquierda SEL, apoyaron la iniciativa de Francisco y el alcalde de izquierda de Roma, Ignazio Marino, acudirá a la Plaza de San Pedro.