Mundo

Friday 26 Apr 2024 | Actualizado a 14:07 PM

Los crímenes de Pinochet, más allá de la ficción

Desarrolló armas químicas para exterminar opositores, planificó el primer atentado terrorista en Washington, se alió con exnazis, montó apariciones de la Virgen: los crímenes y las tretas de la dictadura de Augusto Pinochet superaron la ficción.

Por Afpn

/ 8 de septiembre de 2013 / 04:00

Desarrolló armas químicas para exterminar opositores, planificó el primer atentado terrorista en Washington, se alió con exnazis, montó apariciones de la Virgen: los crímenes y las tretas de la dictadura de Augusto Pinochet superaron la ficción.

Transcurridos 40 años del golpe de Estado que dio inicio a su dictadura, el 11 de septiembre de 1973, asombran aún la crueldad y los crímenes de un régimen que se saldó con más de 3.200 víctimas y 38.000 torturados.

“No solo hubo una selección y asesinatos masivos, sino que también existió uso de armas químicas y terror en diferentes áreas”, afirmó la periodista Mónica González, una de las mayores investigadoras de las violaciones a los derechos humanos en la dictadura (1973-1990).

Un año después del golpe, Pinochet mandó asesinar a quien lo había antecedido en la jefatura del Ejército y recomendado su nombre a Salvador Allende: el general Carlos Prats, un hombre con una brillante carrera militar, que murió junto a su esposa al estallar una bomba adosada a su automóvil en Buenos Aires. El doble asesinato fue la antesala de la macabra Operación Cóndor, una confabulación de las dictaduras del cono sur para eliminar opositores ideada por Pinochet.

 Pero dos años después, fue mucho más allá: el 21 de septiembre de 1976, a pocas cuadras de la Casa Blanca, en la capital estadounidense, otro coche bomba acabó con la vida del excanciller chileno Orlando Letelier. Hasta antes de los ataques al Pentágono y las Torres Gemelas, en 2001, el atentado a Letelier era considerado el primer acto terrorista en suelo estadounidense.

Letelier había llegado a EEUU tras permanecer detenido junto a otros miembros del gobierno de Allende en una remota e inhóspita isla del estrecho de Magallanes, donde Pinochet construyó un campo de concentración similar a los usados por los nazis para sus prisioneros políticos.

TERROR. Pero Pinochet no sólo se inspiró en los nazis para hacer sus campos de concentración, sino que recurrió a uno de ellos para encubrir torturas y desapariciones. Paul Schafer, un exenfermero nazi del Ejército alemán que llegó a Chile en 1961, colaboró con Pinochet para recluir, torturar y enterrar a opositores.

La dictadura desarrolló también armas químicas, como el gas sarín, somán y tabún, y los perfeccionó de la mano del químico Eugenio Berríos para ser usados en conflictos con países vecinos y contra opositores, según la investigación de González.

Cuando comenzaron a sentirse las primeras protestas contra su régimen, a inicios de los 80, Pinochet buscó distraer también a la población con unas misteriosas apariciones de la Virgen a través de un niño vidente.

Comparte y opina:

Los crímenes de Pinochet, más allá de la ficción

Desarrolló armas químicas para exterminar opositores, planificó el primer atentado terrorista en Washington, se alió con exnazis, montó apariciones de la Virgen: los crímenes y las tretas de la dictadura de Augusto Pinochet superaron la ficción.

Por Afpn

/ 8 de septiembre de 2013 / 04:00

Desarrolló armas químicas para exterminar opositores, planificó el primer atentado terrorista en Washington, se alió con exnazis, montó apariciones de la Virgen: los crímenes y las tretas de la dictadura de Augusto Pinochet superaron la ficción.

Transcurridos 40 años del golpe de Estado que dio inicio a su dictadura, el 11 de septiembre de 1973, asombran aún la crueldad y los crímenes de un régimen que se saldó con más de 3.200 víctimas y 38.000 torturados.

“No solo hubo una selección y asesinatos masivos, sino que también existió uso de armas químicas y terror en diferentes áreas”, afirmó la periodista Mónica González, una de las mayores investigadoras de las violaciones a los derechos humanos en la dictadura (1973-1990).

Un año después del golpe, Pinochet mandó asesinar a quien lo había antecedido en la jefatura del Ejército y recomendado su nombre a Salvador Allende: el general Carlos Prats, un hombre con una brillante carrera militar, que murió junto a su esposa al estallar una bomba adosada a su automóvil en Buenos Aires. El doble asesinato fue la antesala de la macabra Operación Cóndor, una confabulación de las dictaduras del cono sur para eliminar opositores ideada por Pinochet.

 Pero dos años después, fue mucho más allá: el 21 de septiembre de 1976, a pocas cuadras de la Casa Blanca, en la capital estadounidense, otro coche bomba acabó con la vida del excanciller chileno Orlando Letelier. Hasta antes de los ataques al Pentágono y las Torres Gemelas, en 2001, el atentado a Letelier era considerado el primer acto terrorista en suelo estadounidense.

Letelier había llegado a EEUU tras permanecer detenido junto a otros miembros del gobierno de Allende en una remota e inhóspita isla del estrecho de Magallanes, donde Pinochet construyó un campo de concentración similar a los usados por los nazis para sus prisioneros políticos.

TERROR. Pero Pinochet no sólo se inspiró en los nazis para hacer sus campos de concentración, sino que recurrió a uno de ellos para encubrir torturas y desapariciones. Paul Schafer, un exenfermero nazi del Ejército alemán que llegó a Chile en 1961, colaboró con Pinochet para recluir, torturar y enterrar a opositores.

La dictadura desarrolló también armas químicas, como el gas sarín, somán y tabún, y los perfeccionó de la mano del químico Eugenio Berríos para ser usados en conflictos con países vecinos y contra opositores, según la investigación de González.

Cuando comenzaron a sentirse las primeras protestas contra su régimen, a inicios de los 80, Pinochet buscó distraer también a la población con unas misteriosas apariciones de la Virgen a través de un niño vidente.

Comparte y opina:

Últimas Noticias