De Bagdad a Jerusalén, de Bombay a Buenos Aires, de Washington a Caracas, de París a La Paz. Miles de personas en todo el mundo respondieron a la convocatoria del papa Francisco e hicieron una vigilia por la paz en Siria y contra la intervención militar que prepara Estados Unidos.

Ante cerca de 100.000 personas que se reunieron ayer en la plaza de San Pedro, Francisco hizo un llamado a “trabajar por la paz y la reconciliación” y a poner fin a la guerra “que es siempre un fracaso de la humanidad”.

“Cuando el hombre piensa sólo en sí mismo, en sus propios intereses y se coloca al centro, cuando se deja fascinar por los ídolos del dominio y del poder, cuando se pone en el lugar de Dios, arruina todo”, agregó el pontífice, según la agencia de noticias AFP.

El Papa invitó a esta jornada a personas de todas las religiones y también a los no creyentes y recibió numerosas adhesiones de científicos, profesores, investigadores y jefes de Estado.

En el Vaticano, la gente fue llegando a la plaza desde temprano, pese al agobiante calor. Pudieron verse banderas argentinas y brasileñas entre la multitud pero también estandartes y emblemas ortodoxos y de otras religiones. La iniciativa recibió incluso el apoyo de patriarcas de Medio Oriente, unidos por el temor de que una guerra en Siria se extienda a otros países.

La jornada fue acompañada en Bolivia donde decenas participaron en La Paz en la vigilia. “Soberanía, no invasión”, “el movimiento campesino con Siria” “Todos con Siria, que muera el imperialismo”, se leía en carteles que portaban los movilizados, junto a banderas blancas y wiphalas, reportó la estatal ABI.

Escenas similares se reprodujeron en Cochabamba y Tarija. La agencia informó también que el Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) declaró su condena a cualquier intención de intervención militar en Siria y anunció el envío de aviones con ayuda humanitaria para los refugiados sirios en Líbano.

APREMIO. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de regreso de la cumbre del G20, donde sumó apoyo internacional a su plan de castigar a Siria bajo el argumento de que este país usó armas químicas contra civiles, retomó la presión sobre los legisladores para recabar votos en el Congreso a su propuesta, según EFE.

“Somos los Estados Unidos. Más que ningún otro país en la Tierra, tenemos la responsabilidad de defender nuestros valores”, indicó Obama en un discurso radiofónico. Aunque el Mandatario dedicó la mañana a jugar al golf, su jefe de gabinete, Denis McDonough, adelantó que durante este domingo tiene previsto realizar llamadas a congresistas para recabar apoyos. El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, celebrará hoy una cena en su residencia con un grupo de senadores para avanzar en la misma dirección.

Estos movimientos de la Administración Obama se producen justo antes de que se inicie una semana decisiva en el ámbito interno, con un escepticismo creciente en el Congreso respecto a la intervención.

El comité de Relaciones Exteriores del Senado aprobó la pasada semana, por un estrecho margen, un ataque militar con un plazo de hasta 90 días, pero que prohíbe el despliegue de tropas estadounidenses sobre el terreno.

Obama ha anunciado que se dirigirá a los estadounidenses el martes.

UE apoya el  ataque, pero pide esperar a la ONU

La Unión Europea (UE) defendió ayer que la comunidad internacional responda de forma “clara y contundente” al presunto uso de armas químicas por parte del régimen sirio, pero subrayó su voluntad de dar antes una oportunidad al debate en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“La comunidad internacional no puede mantenerse al margen. Una respuesta clara y contundente es crucial para dejar claro que estos crímenes son inaceptables”, señaló en nombre de los Veintiocho la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.

El mensaje llegó después de que los ministros de Exteriores del bloque recibiesen al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que viajó a Vilna (Lituania) en busca del apoyo europeo a la respuesta militar que prepara Washington y que permaneció reunido con ellos unas cuatro horas

Los países europeos, que llegaban con ciertas divisiones, aceptaron tras escuchar a Kerry, señalar al régimen de Bachar al Asad como presunto culpable del ataque químico y apoyaron actuar contra Damasco en respuesta. Sin embargo, no se adhirieron totalmente a Washington e insistieron a Kerry en esperar a que se complete la investigación de los inspectores de la ONU.