El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi insistió ayer en que no ha cometido “ningún delito” y es “absolutamente inocente”, y advirtió que los jueces que le han condenado en firme a cuatro años de cárcel por fraude fiscal “se hacen ilusiones” si creen que lograrán apartarle de la política.
Estas declaraciones llegan antes de que empiece en una comisión del Senado el primer voto del proceso que llevará a decidir en las próximas semanas si tiene que abandonar su escaño por la condena por fraude fiscal, cuestión que puede tener consecuencias sobre su apoyo al Ejecutivo del socialdemócrata Enrico Letta.
El martes, el Tribunal Supremo conminó a Berlusconi a pagar unos $us 676 millones por el caso que juzgaba el daño patrimonial que le infligió a un grupo rival su imperio empresarial en la pugna por la editorial Mondadori, en 1991.