Brasil tiene 370.000 consumidores de crack, revela estudio
En total, un millón de brasileños (2,28%) consume drogas ilícitas en las capitales, que suman 45 millones de habitantes, según ese estudio dirigido por la gubernamental Fundación Oswaldo Cruz.
Brasil tiene 370.000 consumidores de crack en las 27 ciudades capitales del país, de los cuales 50.000 son niños o adolescentes menores de edad, reveló un estudio divulgado el jueves por el gobierno.
En total, un millón de brasileños (2,28%) consume drogas ilícitas en las capitales, que suman 45 millones de habitantes, según ese estudio dirigido por la gubernamental Fundación Oswaldo Cruz.
«El estudio muestra que el problema es grave, hay una epidemia de crack en nuestro país», dijo el ministro de Salud, Alexandre Padilha, citado por la estatal Agencia Brasil.
«Una cosa que el estudio muestra es que la mayoría de los dependientes de crack (un 80%) quiere atenderse, precisamos aprovechar eso para ofrecer servicios, sean públicos, en instituciones religiosas o en comunidades terapéuticas», añadió.
Los consumidores de crack representan el 0,8% de la población de Brasilia y las 26 ciudades capitales estatales, y el 35% del total de consumidores de drogas ilícitas, indicó el informe.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, defendió asimismo la ampliación de la red de atención a usuarios de crack.
«Los narcotraficantes, que integran organizaciones criminales, deben ser investigados y castigados con máximo rigor, pero los usuarios deben ser considerados como dependientes químicos y, por lo tanto, pasibles de tratamiento en el área de la salud y en el ámbito de políticas de reinserción social», dijo el ministro.
Un 40% de los usuarios de crack vive en el noreste del país, y no en el sureste, como se estimaba ya que ahí es donde están las mayores metrópolis.
«Estamos investigando una población oculta, que tiene dificultad de revelar el consumo del crack, porque existe la cuestión criminal», dijo a periodistas el secretario de Políticas sobre Drogas, Vitore Maxiliano.
El estudio fue realizado con entrevistas a 25.000 personas, entre marzo y diciembre de 2012. En paralelo fue realizada una segunda investigación de campo en las áreas donde se concentran los consumidores de crack, en la calle.
Esta pesquisa reveló que esos consumidores de crack son en su mayoría «no blancos» (80%), de baja escolaridad, con una gran exclusión social, y dificultades para ingresar al mercado de trabajo.
La mayoría (65%) reveló obtener dinero con trabajos esporádicos. El 6% dijo ganar dinero con tráfico de drogas y el 9% con robos.
Más de la mitad de los usuarios relató que lo que los llevó a consumir crack fue «la curiosidad de sentir el efecto de la droga». El 27% dijo que fue por presión de los amigos y 29% mencionó problemas familiares o pérdidas afectivas.
En diciembre de 2011, el gobierno brasileño lanzó un plan de 2.200 millones de dólares para enfrentar lo que consideró una «epidemia» de crack en el país. Ese plan incluye tratamiento médico para los usuarios y represión del tráfico en las fronteras.
Brasil tiene cerca de 200 millones de habitantes. El estudio contempló la población en las grandes capitales.