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Obama exige a la ONU fuerte resolución sobre Siria y mantiene amenaza militar

En su discurso en Nueva York en la Asamblea General de la ONU, Obama exigió "una resolución sólida del Consejo de Seguridad para verificar que el régimen de (Bashar al) Asad respeta sus compromisos" y destruye su arsenal de armas químicas, tal como acordó con Rusia.

/ 25 de septiembre de 2013 / 01:07

El presidente estadounidense Barack Obama pidió este martes a los países miembro de Naciones Unidas que adopten una enérgica resolución sobre Siria, cuyo aliado, Rusia, busca negociar la entrega de las armas químicas de Damasco.

En su discurso en Nueva York, Obama exigió «una resolución sólida del Consejo de Seguridad para verificar que el régimen de (Bashar al) Asad respeta sus compromisos» y destruye su arsenal de armas químicas, tal como acordó con Rusia.

«Si no podemos acordar siquiera eso, demostraremos que la ONU es incapaz de hacer respetar la más básica de las leyes internacionales», afirmó.

«Estados Unidos está preparado para usar todos los elementos en nuestro poder, incluyendo la fuerza militar» para asegurar sus intereses en la región, advirtió, dejando la puerta abierta a una intervención en Siria, donde la guerra civil ha provocado 110.000 muertos en 30 meses.

Obama criticó a los que dudan de la responsabilidad de Damasco en los ataques con armas químicas del 21 de agosto, que según Washington causó unas 1.400 muertes y estuvo a punto de llevar a una intervención militar estadounidense.

Rusia admitió el martes que una resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria puede «mencionar» el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que permite duras sanciones o el uso de la fuerza, pero que ello no implicará el recurso automático a la fuerza.

«El Capítulo VII sólo puede ser mencionado como una de las medidas» a adoptar posteriormente, en caso de violación de los compromisos adquiridos o «si alguien, da igual quién, usa armas químicas», declaró el viceministro de Exteriores Serguei Riabkov ante la Duma (cámara baja rusa).

Francia espera resolución con «medidas coercitivas»

Desde hace una semana rusos y occidentales se enfrentan en el campo diplomático sobre el contenido de la resolución que debe ser adoptada en el Consejo de Seguridad de la ONU, tras la adopción en Ginebra el 14 de septiembre de un plan ruso-estadounidense para desmantelar el arsenal químico sirio.

Los occidentales quieren una resolución «vinculante», lo que sería el caso si fuera adoptada bajo el capítulo VII de la Carta de la ONU, que prevé sanciones o el recurso a la fuerza si el texto no es respetado.

Rusia por su parte se opone a ello, y aboga por que las medidas previstas bajo el Capítulo VII sean eventualmente objeto de una segunda resolución, que se votaría en caso de violación de los anteriores compromisos por parte de Siria.

En su intervención ante la Asamblea General de la ONU, el presidente francés, Francois Hollande, pidió que el Consejo adopte una resolución que prevea «medidas coercitivas», en caso de que Siria no cumpla lo acordado.

Antes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió a la comunidad internacional a «dejar de alimentar el derramamiento de sangre» en Siria, al pronunciar su discurso de apertura de la Asamblea.

«La victoria militar es una ilusión. La única respuesta es un acuerdo político», dijo Ban en el podio de la Asamblea, que reúne a 130 jefes de Estado y de gobierno.

Ban expresó que espera la «adopción inminente» de una resolución, que «debería ser seguida inmediatamente de una acción humanitaria» en Siria, donde dos millones de personas han debido abandonar sus hogares.

Por su lado, el presidente libanés, Michel Sleimane, lanzó en la tribuna de la ONU un llamado instando a los «países amigos» a ayudar a Líbano a soportar la «pesada carga» de cientos de miles de refugiados sirios.

«El principal desafío, en amplitud y en urgencia (…) concierne al aumento sin precedentes del número de refugiados que llegan de Siria y que sobrepasan las capacidades de acogida de Líbano», señaló, recordando que los refugiados representan más de la cuarta parte de la población libanesa.

Disidencias en la oposición

Varios grupos importantes de rebeldes sirios afirmaron en la noche del martes que ninguna organización opositora con base en el exterior del país los representa, incluida la Coalición Nacional.

«La Coalición Nacional y el gobierno de Ahmad Tomeh (recientemente elegido) no son nuestros representantes, y no los reconocemos», declararon 13 de los grupos islamistas rebeldes más poderosos de Siria.

Entre esos grupos figuran el rebelde Ejército Sirio Libre (ESL) y organizaciones islamistas más radicales.

También firmó la declaración la brigada Al Tawhid, principal fuerza rebelde en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, y los yihadistas del Frente Al Nusra.

El grupo radical pero no yihadista Ahrar al Sham fue otro de los signatarios, así como la 19ª División, recientemente incorporada al ESL.

En su declaración, los grupos opositores al régimen de Bashar al Asad también pidieron la aplicación de la ley islámica.

En el campo de batalla, casi 40 monjas y huérfanos estaban bloqueados en un convento de la ciudad cristiana siria de Maalula, escenario de tiroteos entre el ejército y los rebeldes, indicó este martes el patriarcado greco-ortodoxo de Antioquía y de todo el Oriente.

El convento se encuentra a medio camino entre la colina de Maalula, controlada por los rebeldes, y la plaza de la ciudad, bajo control del ejército.

Los insurgentes tomaron el control de la ciudad el 9 de septiembre. Tres días después el ejército sirio entró en ella para expulsarlos y desde entonces los tiroteos son diarios.

Por otra parte el reportero del diario español El Periódico, Marc Marginedas, fue secuestrado en Siria, informó el lunes el propio rotativo en su edición en internet.

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Rousseff inaugura Asamblea General de ONU con esperado discurso sobre espionaje de EEUU

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inaugura el martes la 68ª Asamblea General de la ONU con un esperado discurso sobre el caso de espionaje internacional de Estados Unidos, del cual fue una de las afectadas y que motivó la suspensión de una visita oficial a Washington.

/ 24 de septiembre de 2013 / 02:26

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inaugura el martes la 68ª Asamblea General de la ONU con un esperado discurso sobre el caso de espionaje internacional de Estados Unidos, del cual fue una de las afectadas y que motivó la suspensión de una visita oficial a Washington.

Horas antes de su presentación ante más de 130 líderes mundiales, entre ellos el propio Barack Obama, reunidos en la sede de la ONU en Nueva York, Rousseff se entrevistó con la presidenta argentina, Cristina Kirchner, para tratar éste y otros temas, constató la AFP.

«Es pública y notoria la situación que se ha producido con Estados Unidos con motivo del espionaje, así que vamos a esperar con atención su discurso», dijo Kirchner al retirarse de la reunión celebrada en el hotel de Manhattan donde se aloja Rousseff.

«La condena y la actitud de la presidenta es de dignidad y respeto a la soberanía del país. No se ha sentido afectada como Dilma Rousseff, se ha visto afectado el país y su carácter de presidenta», agregó Kirchner.

Rousseff, que acaba de anular una visita de Estado a Washington prevista para el 23 de octubre debido a ese tema, no formuló declaraciones y desde su entorno no se filtraron detalles sobre la reunión y el discurso del martes, el primero de la Asamblea General, tal como lo marca la tradición.

Sin embargo, según adelantaron fuentes gubernamentales desde Brasilia la semana pasada, la mandataria brasileña cuestionará por ejemplo la gobernanza de internet, altamente dependiente de Estados Unidos.

El presidente Obama será el segundo orador en el recinto luego de Rousseff, lo cual agrega condimento a la jornada del martes en la ONU.

Rousseff también mantuvo el lunes un encuentro con el expresidente estadounidense Bill Clinton, aunque no se supo si estuvo vinculado con la cuestión del espionaje.

Documentos filtrados por el exconsultor de inteligencia Edward Snowden y publicados en la prensa indican que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) espió comunicaciones de Rousseff y la petrolera estatal Petrobras, que tiene gigantes yacimientos descubiertos en aguas brasileñas.

«Actitudes que afectan a la dignidad de la región»

Esta cuestión del espionaje ha afectado a numerosos gobiernos latinoamericanos, por lo que seguramente se convertirá en un punto de consenso en los discursos de los líderes regionales en Nueva York.

«Espionaje creo que en el fondo hemos sufrido todos, algunos más digamos explícitamente que otros», señaló en ese sentido Kirchner, quien habló de «actitudes que afectan a la dignidad de la región».

Kirchner se refería así al episodio sufrido a principios de julio por el presidente boliviano Evo Morales, cuando cuatro países europeos (Francia, Italia, España y Portugal) le cerraron temporalmente el paso a su avión en su ruta Moscú-La Paz por sospechas de que llevaba a Snowden, asilado actualmente en Rusia.

La presidenta argentina también evocó el reciente problema denunciado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, de que Estados Unidos le negó inicialmente el jueves pasado el uso de su espacio aéreo para un viaje oficial a China, aunque luego pidió disculpas y accedió.

En medio de la tensa relación con Washington, Venezuela pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, «garantías» para que Maduro y su comitiva sean «respetados» por Estados Unidos cuando asistan a la Asamblea General.

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