ONU ordena la destrucción del arsenal químico de Siria
EEUU. Habrá ‘consecuencias’ si Al Asad no cumple la resolución
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó anoche por unanimidad una resolución que establece la destrucción de las armas químicas sirias, mientras se prepara una nueva conferencia de paz para noviembre. EEUU advirtió que si el régimen no cumple el mandato “habrá consecuencias”.
Es la primera resolución que adopta el máximo órgano de la ONU sobre Siria desde el inicio del conflicto en ese país en marzo de 2011, ya que Rusia y China habían opuesto su veto hasta el momento a tres proyectos de texto. Casi en forma simultánea con la votación el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que una nueva conferencia de paz sobre Siria (“Ginebra 2”) se llevará a cabo a mediados de noviembre con el objetivo de intentar organizar una transición política.
La revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, que se transformó en una guerra civil con el correr de los meses, ha dejado más de 110.000 muertos y más de dos millones de refugiados, según cálculos de la ONU.
El presidente de EEUU, Barack Obama, calificó de “gran victoria de la comunidad internacional” el acuerdo sobre la resolución de la ONU al final de ásperas negociaciones entre Washington y Moscú, aliado de Damasco.
Opción Su secretario de Estado, John Kerry, advirtió que el Consejo podría imponer medidas contra el gobierno de Asad si no cumple con la resolución. “Si el régimen no actúa, habrá consecuencias”, declaro tras la aprobación de la resolución. El texto, en efecto, prevé la posibilidad de que ese órgano pronuncie sanciones si el plan de desarme no es respetado.
Sin embargo, no se trata de sanciones automáticas. En caso de violación de los compromisos, será necesaria una segunda resolución, lo que deja a Rusia una alternativa de bloqueo. Antes de la votación en la sede de la ONU, el Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) aprobó en La Haya una hoja de ruta para la destrucción del arsenal sirio. “Esperamos tener un equipo en el terreno, en Siria, la próxima semana”, declaró el portavoz de la OPAQ, Michael Luhan.
Siria aceptó adherirse a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas en el marco de un acuerdo ruso-estadounidense negociado en Ginebra tras un ataque con gas sarín que dejó cientos de muertos cerca de Damasco en agosto. EEUU y sus aliados acusan al régimen sirio de haber cometido este atentado. Damasco, con el apoyo de Rusia, niega ser responsable del mismo y afirma que fue un acto de provocación de la rebelión, que apuntaba a desatar los bombardeos occidentales contra el régimen.
Todos los lugares enumerados en la lista oficial entregada por Siria a la OPAQ el 19 de septiembre deben ser inspeccionados a más tardar 30 días después de la adopción de este texto. Si Siria no respeta este plan, que prevé la destrucción completa de su arsenal químico para mediados de 2014, la OPAQ podrá “someter el problema directamente” a la ONU.
Pese a la perspectiva de desarme, Naciones Unidas anunció que sus expertos iban a investigar en siete lugares de presuntos ataques químicos, entre ellos dos que se habrían producido tras el del 21 de agosto. Al subrayar el carácter “vinculante” de la resolución, Obama estimó que la comunidad internacional nunca habría llegado a este acuerdo “sin una amenaza de uso de la fuerza digna de fe” contra el gobierno de Asad.
Investigan otras zonas
Los inspectores de la ONU continúan con su investigación en Siria sobre el supuesto uso de armas químicas, que incluye siete lugares y de la que esperan elaborar un informe antes de finales de octubre. Esta nueva inspección es la segunda tras la efectuada en agosto. EFE