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Gobierno chileno cerró penal pese a suicidio de exrepresor

El cierre del penal Cordillera y el traslado de los condenados por graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, se ejecutó ayer a pesar del suicidio del exjefe de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) Odlanier Mena, uno de los reclusos afectados.

Un grupo de nueve oficiales que participó en el gobierno de facto que se extendió de 1973 a 1990, fue llevado de la lujosa penintenciaría, situada en el municipio santiaguino de Peñalolén, dentro de las instalaciones del Comando de Telecomunicaciones del Ejército, a la cárcel de Punta Peuco, a 35 kilómetros al norte de la capital chilena

La decisión asumida por el gobierno de Sebastián Piñera se debió —entre otras razones— al malestar social causado por las privilegiadas condiciones en que vivían los recluidos. Con esta medida, los principales represores de la dictadura militar de Pinochet quedan concentrados en una misma prisión, la de Punta Peuco, que fue construida en 1995 y donde hasta ayer había 44 antiguos agentes represores, que eran custodiados por 66 gendarmes.

La operación comenzó poco antes de la medianoche del sábado, cuando dos furgones de Gendarmería de Chile entraron en el penal Cordillera y poco después salieron con un primer contingente de reclusos. Posteriormente llegaron tres vehículos más, entre ellos un pequeño microbús, en el que fueron traslados los demás internos.

Fuerzas antidisturbios de Carabineros emplearon carros lanzaaguas para contener al medio centenar de manifestantes que lanzó piedras al paso de ambas caravanas. Horas antes, Piñera había asegurado que mantenía en firme la decisión de cerrar el recinto en que los presos gozaban de unas condiciones de reclusión que nada tienen que ver con las que soporta el resto de la población penitenciaria en Chile.

La medida le valió aplausos de la oposición y críticas desde las dos tiendas políticas que conforman su alianza gubernamental y de los seguidores del desaparecido Augusto Pinochet.

El traslado de los internos, manifestó Piñera, seguiría adelante a pesar del suicido en la madrugada del sábado del general retirado Odlanier Mena, uno de los condenados por violaciones a los derechos humanos recluido en ese lugar. “La decisión tomada, a pesar de este trágico fallecimiento, no se va a ver alterada y se va a implementar en el momento oportuno”, manifestó el Mandatario en una breve declaración realizada en el palacio de La Moneda.

El exjefe de la Central Nacional de Inteligencia, el organismo represor que sucedió a la temible Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), creada tras el golpe de Estado de Pincohet, se quitó la vida en su domicilio particular, donde se encontraba disfrutando de un permiso de salida los fines de semana. El exmilitar retirado fue condenado a seis años de cárcel en 2008.

La lujosa cárcel de Cordillera

El penal Cordillera se encuentra en las instalaciones del Comando de Telecomunicaciones del Ejército.

En ese recinto, nueve militares condenados por violaciones a los derechos humanos tenían  un tratamiento privilegiado.