Icono del sitio La Razón

Rivalidad política provoca cierre parcial del Gobierno de EEUU

El Gobierno de EEUU vivió ayer su primer día de parálisis en 17 años tras el fracaso de las negociaciones entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto. Esta situación podría agravarse mucho más dentro de dos semanas si no hay acuerdo político sobre el techo de la deuda.

Cerca de 800.000 empleados públicos considerados no esenciales, de un total de dos millones, se tuvieron que quedar en casa sin sueldo hasta nueva orden y también se cerraron parques nacionales, museos y monumentos.

Pese a las intensas negociaciones en la noche del lunes al martes e idas y vueltas entre el Senado con mayoría demócrata y la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, ningún proyecto de ley de finanzas pudo ser adoptado a tiempo para el inicio del ejercicio presupuestario 2014, que empezaba ayer las 00.00 de Washington (misma hora boliviana).

En consecuencia, la Casa Blanca ordenó poco antes de medianoche local que las agencias federales cesen parcialmente sus actividades y envíen a sus casas, sin sueldo, al personal “no esencial” al que no se puede pagar.

Un estudio de opinión de la universidad Quinnipiac muestra que 77% de los encuestados atribuye a los republicanos la responsabilidad por el cierre de servicios federales. Solamente 22% apoya la estrategia de ese partido.

Pagos. Los efectivos de la administración pública se vieron reducidos a un mínimo, al punto que determinadas agencias pasaron a actuar con apenas 5% de su personal. El presidente Barack Obama promulgó sin embargo una ley que garantiza a los militares que serán pagados pase lo que pase. Al margen del impacto concreto del “shutdown” (cierre) del gobierno federal, su efecto en los mercados mundiales fue ayer apenas perceptible.

Pero los expertos miran con inquietud otra fecha: si antes del 17 de octubre republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo sobre un aumento del límite legal de la deuda pública, Estados Unidos podría verse incapacitado para hacer frente a sus obligaciones financieras y quedar en situación de “default” de una parte de su deuda. De momento, EEUU capta dinero en condiciones muy favorables pero un “default” o mora parcial tendría consecuencias imprevisibles sobre el coste de su financiación, con una nefasta reacción en cadena en los mercados mundiales, según los expertos.

El fracaso del Congreso materializado ayer corona 33 meses de forcejeo permanente entre demócratas y republicanos sobre el presupuesto. La razón de fondo del bloqueo es el llamado “Obamacare”, la emblemática reforma del sistema de salud del Presidente estadounidense votada en 2010 durante su primer mandato y que los republicanos quieren impedir.

El Partido Republicano se opone a la implementación del “Obamacare”, que obliga a las empresas a pagar seguros de salud a sus empleados y prevé ayudas del Gobierno a las personas que no tengan dinero para pagarse uno por sí mismas. De acuerdo con esta reforma, todo estadounidense deberá tener un seguro para el 1 de enero de 2014, pero los republicanos quieren impedir su aplicación, alegando que el sistema constituye un abuso de poder del Gobierno y que haría estallar el presupuesto federal.

El último ‘shutdown’

Entre diciembre de 1995 y enero de 1996 hubo otro cierre del gobierno federal. El crecimiento económico anual del país se redujo entonces en un punto porcentual.

Obama: La oposición le niega salud a millones

El presidente estadounidense, Barack Obama, acusó ayer a los opositores republicanos en el Congreso de haber provocado el cierre parcial de servicios del gobierno federal en nombre de una “cruzada ideológica para negar cuidados de salud asequibles a millones de estadounidenses”.

El mandatario demócrata pidió a los conservadores poner fin a la parálisis, la primera de ese tipo en 17 años, y que entró en vigor ayer por el desacuerdo en el Congreso sobre el presupuesto gubernamental. “Aprueben un presupuesto y terminen la parálisis”, exigió.

El desencuentro legislativo surgió de la insistencia de los republicanos en la Cámara de Representantes de condicionar la propuesta de presupuesto para el nuevo año fiscal a que sea postergado el comienzo del sistema de salud promovido por Obama.

Economía. La propuesta de presupuesto siempre halló el rechazo de los demócratas que controlan el Senado, que también debe aprobar el texto. Obama alertó también al Congreso de que no elevar el techo de la deuda pública, cuyo límite se alcanzará el próximo 17 de octubre, será catastrófico para la economía, anticipándose a una nueva batalla con los republicanos, informó EFE.

“No voy a negociar sobre la responsabilidad que tiene el Congreso de pagar las cuentas del país”, advirtió el mandatario en una comparecencia en la Casa Blanca. Autorizar al Tesoro a que pague esas cuentas “es un voto de rutina” y no “una concesión” al Presidente o al Gobierno, agregó.

Barack Obama no cederá en la reforma de salud

Obama advirtió que “en tanto sea presidente” no se retrasará la aplicación del “Obamacare”, ley que fue promulgada en 2010, tras ser aprobada por ambas cámaras del Congreso; fue sancionada como constitucional por el Tribunal Supremo y recibió el respaldo de los estadounidenses en las elecciones de noviembre de 2012, con su reelección.

John Boehner es visto como el principal culpable

El presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, el republicano John Boehner, se llevará la culpa de buena parte de la actual situación, pues muchos estadounidenses no entenderán por qué su partido decidió involucrarse en la disputa de “Obamacare”, que en opinión de varios analistas es una pelea perdida de antemano.

Los mercados ignoran el cierre de varios servicios federales

El cierre de numerosos servicios federales en EEUU no tuvo ningún impacto inmediato en los mercados, que enfrentan sin embargo el riesgo de una moratoria de deuda si republicanos y demócratas no llegan a un acuerdo antes del 17 de octubre. La falta de un acuerdo presupuestario ya había sido anticipada y las plazas financieras de Asia y Europa apenas se dieron por enteradas.