El ex primer ministro y líder de la derecha italiana Silvio Berlusconi cambió de parecer frente a la rebelión de sus parlamentarios y garantizó ayer en el Senado la continuidad del Gobierno de coalición de derecha-izquierda liderado por el socialdemócrata Enrico Letta.
La administración de Letta logró durante la votación una amplia mayoría en el Senado al término de una jornada inesperada durante la cual Berlusconi dio marcha atrás pese a haber amenazado durante cuatro días con hacer caer al Gobierno, provocando una grave crisis que afectó las bolsas y hasta la prima de riesgo.
En opinión de todos los expertos, Il Cavaliere, de 77 años, provocó la crisis política en una especie de huida hacia adelante, para evitar ser expulsado del Senado, como prevé la ley, tras su condena definitiva a principios de agosto a cuatro años de cárcel por fraude fiscal (con tres años amnistiados). Sin la inmunidad parlamentaria, corre el riesgo de ser detenido por varios procesos en los que ha sido acusado por varios delitos.
De acuerdo con sus allegados, Berlusconi cambió de opinión porque su partido estaba al borde de la fractura. Una veintena de senadores, entre ellos varias personalidades fieles al magnate, rechazaron públicamente su estrategia.