Parálisis de presupuesto de EEUU golpeará a militares
Crisis. Obama se reunió con líderes demócratas y republicanos
Mantenimiento de buques o de aviones postergado, formaciones anuladas, tareas administrativas suspendidas: las fuerzas armadas de EEUU se preparan para recibir el impacto de la parálisis presupuestaria del país que, de continuar, las afectaría aún más.
Si el martes, el primer día de cierre de los servicios del Estado federal, el mismo no tuvo un impacto visible para las fuerzas armadas estadounidenses, sus responsables previenen que la pasarán mal de ahora en más para poder cumplir las mismas tareas con la mitad de los 800.000 empleados civiles del Pentágono que fueron licenciados sin sueldo.
“Habrá un impacto, pero éste va a tomar un tiempo en sentirse”, resumió un alto mando. El licenciamiento de oficiales, debido al impasse del presupuesto en el Congreso, significa que “el trabajo serio no será hecho”, advirtió.
La mayor parte de los empleados civiles del departamento de Defensa trabajan en bases diseminadas en todo el país, y los militares se apoyan en ellos para realizar el mantenimiento de los equipos y para el buen funcionamiento de las redes logísticas.
Legalmente, el Pentágono no puede designar como “esenciales” más que a una parte de esos funcionarios, con lo cual se les permitiría continuar trabajando. Las consecuencias de la parálisis actual sobre la defensa resultan aún muy difíciles de evaluar en tanto los consejeros jurídicos del Pentágono estudian la posibilidad de aumentar el número de civiles considerados indispensables.
Incertidumbre. Durante la última parálisis por el presupuesto, en 1995, los legisladores estadounidenses habían votado para asegurar el financiamiento del Pentágono. Pero la situación igualmente provocó grandes problemas a las fuerzas armadas. “Las perturbaciones vinculadas a la incertidumbre sobre el financiamiento nos mantuvo en un estado de permanente agitación”, recordó Paul Eaton, un general retirado que debía preparar el despliegue de una unidad blindada en Bosnia.
“No sabíamos siquiera si los rieles del ferrocarril podrían soportar nuestro peso (…) Transportábamos tanques”, destacó Eaton en una teleconferencia organizada por un centro de reflexión, haciendo referencia a los otros servicios federales necesarios para montar la operación militar.
Pero hoy, la situación no tiene precedentes, aunque los soldados reciban sus sueldos y las operaciones militares en curso estén aseguradas. “No tengo absolutamente ninguna idea, y no estoy seguro de si alguien lo sepa, sobre lo que se puede esperar en los próximos días, las próximas semanas, los próximos meses”, subrayó Eaton.
El cierre de la administración estadounidense por falta de presupuesto “mancilla” la credibilidad de Estados Unidos frente a sus aliados, que se “preguntan sobre el compromiso” norteamericano, deploró por su parte el secretario de Defensa, Chuck Hagel.
Esta parálisis presupuestal, la primera en 17 años por falta de acuerdo entre los republicanos de la Cámara de Representantes y los demócratas del Senado, es “completamente irresponsable”, reiteró Hagel, él mismo un exsenador republicano.
El presidente estadounidense, Barack Obama, convocó ayer a los líderes republicanos y demócratas a una reunión en la Casa Blanca para tratar de superar el bloqueo presupuestal. El Mandatario adelantó antes de la reunión que si bien está “exasperado” por la crisis, no negociará con los republicanos hasta que acepten otorgar los fondos necesarios al Gobierno sin poner condiciones sobre su reforma de la salud.
Esta paralización de servicios del gobierno federal de EEUU tuvo una primera consecuencia internacional con la anulación ayer de parte de una gira por Asia que Obama comenzaría el sábado.