Intuitivo y mediador incansable, el hispano-uruguayo Enrique Iglesias dijo adiós como secretario general iberoamericano en la cumbre del foro que se celebró en Panamá, tras una prolífica carrera en la que dejó su impronta en numerosos organismos internacionales.

Cabeza y alma del foro que reúne a 22 países (América Latina, España y Portugal), este académico y político experimentado de 83 años, soltero y sin hijos, se retirará en 2014 luego de liderar la Secretaría General Iberoamericana desde que fue creada en 2005, reelecto en 2008. Permanecerá en el cargo mientras se designa al sustituto.

Iglesias fue oficialmente despedido por los mandatarios iberoamericanos en Panamá con elogios a su trayectoria.

Impulsor de instituciones e iniciativas de proyección global, el también expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es reconocido y valorado por gobernantes de distintos signos políticos y nacionalidades. “Ha pasado su vida resolviendo problemas, lo cual, creo, es un atributo que lo distingue y enaltece”, aseguró el ministro de Economía uruguayo, Fernando Lorenzo.

En los diversos cargos, acompañó los cambios de visiones económicas en la región, desde el pensamiento estructuralista impulsado por Raúl Prebisch —su antecesor en la CEPAL—, pasando por el Consenso de Washington —con ideas ortodoxas del desarrollo—, hasta el derrumbe de modelos consumistas, la reciente crisis financiera y el surgimiento de nuevos modelos de desarrollo.