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Obama llamó a su homólogo francés Hollande por espionaje

El presidente estadounidense Barack Obama mantuvo una conferencia telefónica con su homólogo François Hollande, ante la controversia generada por revelaciones de prensa de actividades de espionaje de Washington en Francia, algunas de las cuales fueron «distorsionadas», según la Casa Blanca.

Durante la conversación, Obama y Hollande «hablaron de las recientes revelaciones de la prensa, algunas de las cuales distorsionaron nuestras actividades y otras destacan dudas legítimas de nuestros amigos y aliados sobre la forma en que nuestros programas (de inteligencia) son realizados», precisa la presidencia estadounidense en un comunicado.

«El presidente dijo claramente que Estados Unidos comenzó a revisar la forma en que recogemos datos de inteligencia, para lograr un equilibrio entre las legítimas preocupaciones de seguridad de nuestros conciudadanos y aliados y la protección de la vida privada que preocupa a todo el mundo», agrega el documento.

«Ambos presidentes concuerdan en que debemos continuar hablando de estos temas a través de los canales diplomáticos en el futuro», señala la Casa Blanca, afirmando que «Estados Unidos y Francia son aliados y amigos y mantienen una relación estrecha sobre numerosos tópicos, incluida la seguridad y la inteligencia».

Más temprano en la jornada, la Casa Blanca había restado trascendencia a las quejas de Francia, alegando que «todos los países» realizan operaciones de espionaje.

«Hemos dejado claro que Estados Unidos recoge información de inteligencia en el extranjero del mismo tipo de la que recogen todos los países», explicó a la AFP la portavoz de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Caitlin Hayden.

Según el diario francés Le Monde, la NSA realizó 70,3 millones grabaciones de datos telefónicos de franceses entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013. El sitio de internet de Le Monde cita documentos del exconsultor de la agencia Edward Snowden, quien hizo las revelaciones en junio.

En este marco, París había pedido al embajador estadounidense, convocado al ministerio de Relaciones Exteriores, que diera garantías de que la intercepción de las comunicaciones «ya no ocurre más».