Muertos por tifón se descomponen en ciudad destruida
Tacloban. El Presidente filipino bajó la cifra de decesos a 2.500
El hedor de la descomposición de los cadáveres ahoga la ciudad filipina de Tacloban, donde decenas de miles de supervivientes sufren la carencia de alimentos y agua tras el paso del tifón Haiyan el viernes.
Las provisiones están llegando con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú, las más afectadas por el desastre natural, aunque las agencias nacionales e internacionales han empezado a desplegarse en la región.
Según constató EFE, prácticamente nada de la ayuda internacional ha llegado a Tacloban, en la isla de Leyte, donde apenas queda en pie el 30% de los edificios, la mayoría en situación deplorable, y toneladas de desperdicios. Sólo en el centro permanecen en pie los edificios de ladrillo y hormigón, aunque el tifón se llevó los techos de chapa y reventó las ventanas, con ráfagas de hasta 300 kilómetros por hora que arrancaron como paja las chabolas de las barriadas.
Un responsable local, que no quiso revelar su nombre, explicó que el Gobierno está preocupado porque los cadáveres, que permanecen en las calles hinchados bajo una temperatura de 30 grados, puedan desatar una epidemia, ya que se encuentran por todas partes. La mayoría de los supervivientes no puede ocultar su conmoción por la pesadilla que vivieron con el paso de Haiyan, que además de vientos furibundos creó una ola gigante que arrasó todo lo que encontró a su paso.
El tifón habría causado “entre 2.000 y 2.500 muertes”, y no las 10.000 que se estimaban en un principio, según dijo ayer a CNN el propio presidente del país, Benigno Aquino, cuya administración publicó un balance oficial de 1.744 víctimas fatales y casi 10 millones de afectados, entre ellos 660.000 desplazados.
Bolivia expresa solidaridad
Carlos Corz
El Gobierno boliviano expresó ayer al pueblo y al Gobierno filipino sus condolencias y solidaridad por las pérdidas humanas y daños materiales causados por el paso del tifón Haiyan, y abogó por tomar acciones para contrarrestar los efectos del cambio climático, causa del violento fenómeno.
“Esta es la realidad de lo que el cambio climático viene generando, con situaciones devastadoras en nuestros países hermanos (…). Es hora de actuar, para evitar que estos catastróficos efectos se den con esta intensidad y frecuencia”, expresó la Cancillería, a través de un comunicado oficial.
Bolivia consideró que por ello, en la decimonovena reunión de la ONU sobre el cambio climático, iniciada el lunes en Polonia, se llevará adelante una batalla “monumental” para conseguir que los gobiernos adopten acuerdos para mitigar y contrarrestar las causas del calentamiento de la Tierra.