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De la calle al Congreso: líderes estudiantiles chilenos buscan ser diputados

Pasaron de liderar las más masivas manifestaciones estudiantiles de Chile en décadas a pelear por una banca en el Congreso: referentes de esas luchas, como Camila Vallejo o Giorgio Jackson, bregan ahora por convertirse en diputados con altas expectativas de resultar electos.

A poco más de un mes de convertirse en madre primeriza, Camila Vallejo cierra su campaña a diputada por la populosa comuna de La Florida, donde ella creció.

Sube al escenario sonriente, con jeans y su cabello a medio recoger, pero ahora no le habla sólo a estudiantes. Padres, niños y ancianos se congregaron para escuchar a una de las mayores figuras del movimiento estudiantil que en 2011 sacó a miles de personas a las calles, en reclamo de una educación pública, gratuita y de calidad.

En la tarima, Camila, de 25 años y egresada recién de Geografía, llama a todos a votar el domingo y afirma que éste es el «inicio de una nueva primavera, de un nuevo ciclo político en Chile» con la misma convicción con la que llamó a derribar el sistema educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Vallejo, que saltó a la fama tras presidir la poderosa Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, postula por el Partido Comunista, que para esta elección se unió al pacto Nueva Mayoría, la coalición de la exmandataria socialista Michelle Bachelet, favorita para ganar la elección presidencial del domingo, que se realiza junto con la parlamentaria.

Su apoyo a Bachelet es visto por algunos como una traición. En enero de 2012, afirmó que «jamás estaría dispuesta a hacer campaña por Bachelet ni llamar a los jóvenes a votar por ella».

Pero ahora la respalda con fuerza. En sus carteles aparece apoyada en su hombro, bajo el lema «juntos vamos al Congreso».

«Es una decisión política que asumimos para poder hacer viable y materializables las demandas de la calle en un futuro gobierno, en un futuro parlamento», explica Vallejo en una entrevista con la AFP.

El Partido Comunista, relegado por años de la primera línea de la política chilena, resolvió tempranamente apoyar a Bachelet, a cambio de asegurar el respaldo a sus candidatos al Parlamento, entre ellos Vallejo, que tiene casi asegurada su elección.

Un camino distinto

El expresidente de la federación de Estudiantes de la Universidad Católica Giorgio Jackson optó por un camino distinto. Formó un movimiento político, Revolución Democrática, y decidió postularse como independiente por la comuna de Santiago, al no lograr un acuerdo con Nueva Mayoría para definir los candidatos de la comuna en primarias.

Pero por expresa petición de Bachelet, el pacto no inscribió competidores en esa comuna, apoyando a Jackson, que a sus 26 años y recién titulado como Ingeniero Civil, tiene también casi asegurada su elección

«No quiero ser un espectador, sino un actor. Y ser un actor es también asumir responsabilidades y poder aprovechar esa responsabilidad», dice Jackson a la AFP, tras reunirse con un grupo de amas de casa y jubiladas en un club social de Santiago, a la mitad de su campaña.

El movimiento que lo apoya, integrado por jóvenes profesionales desconfiados de los partidos políticos tradicionales, resolvió no apoyar a Bachelet aunque en una eventual segunda vuelta Jackson ha señalado que apoyaría a la exmandataria, que ha comprometido una profunda reforma educacional.

De las calles al Congreso

En 2011, Giorgio y Camila lideraron más de 40 multitudinarias marchas por Santiago, haciendo tambalear el gobierno del derechista Sebastián Piñera. Camila deslumbró al mundo por su belleza, la convicción y serenidad para plantear la necesidad de cambios radicales.

Giorgio, por su parte, fue alabado por su templanza pero también por el manejo de cifras y elementos técnicos. Otros dirigentes estudiantiles de esa época, como la comunista Karol Cariola, y los independientes de izquierda Gabriel Boric y Francisco Figueroa postulan también al congreso.

¿Qué aprendieron de la calle?   «Aprendí a desconfiar. Aprendí a organizarme, aprendí a presionar y también aprendí a comunicar algunas cosas. Y a escuchar mucho, eso es lo que uno más hace», dice Jackson a la AFP.

Ahora, desde el Congreso, ambos buscan ser la voz de los estudiantes pero también de otros movimientos sociales que irrumpieron a la par de los estudiantes.

«La educación fue mi leitmotiv para poder ingresar al parlamento, es mi razón, pero ya avanzando en el tema educacional, yo creo que también hay otros temas, el tema de las pensiones, el tema de la salud, que viven la misma crisis que la educación y también los temas medioambientales», dice Camila, que debió hacer un alto en el acto para amamantar a su pequeña hija, Adela.