El Senado argentino aprobó por unanimidad una ley que penaliza las acciones deliberadas de adultos para ganarse la confianza de menores por internet con fines sexuales, con condenas que van desde 6 meses a 4 años de prisión.
La ley sobre el llamado “grooming” o ciberhostigamiento recibió ya en septiembre el visto bueno de la Cámara de Diputados. El texto incorpora al Código Penal un artículo que establece penas de prisión al que “por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.