Un adolescente de 17 años nacido en Estados Unidos fue liberado este martes en México después de pasar tres años recluido en un centro de menores por cometer brutales asesinatos para un cártel narcotraficante y fue trasladado a su país de origen, informaron autoridades mexicanas.
En medio de un fuerte despliegue policial, el menor abandonó la madrugada de este martes un centro de reclusión de menores del estado de Morelos (centro) y fue trasladado a un área de seguridad del aeropuerto de la cercana Ciudad de México.
Desde allí, este joven de nombre Edgar -a quien se conoce con el apodo de «El Ponchis»- partió «en el vuelo de las 10.55 (locales, 16H55 GMT) a San Antonio, Texas», confirmó a la AFP un vocero del oficial Instituto Nacional de Migración mexicano (INM).
Dos oficiales de protección a la infancia del INM acompañaron al joven en el vuelo, agregó.
Poco antes, Jorge Messeguer, secretario de Gobierno de Morelos, señaló que en esa ciudad texana vive la familia del joven y avanzó que deberá seguir tratamiento en algún centro de apoyo.
«Dejarlo en México, en Morelos, era muy peligroso porque peligraba su vida. Él sabia que era muy difícil que sobreviviera por todo lo que sabe, por todo lo que hizo», dijo el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, a la televisora Milenio.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en México aseguró a la AFP que colabora en el traslado del joven, pero se negó a dar más detalles.
En julio de 2011, «El Ponchis» -entonces de 14 años- fue sentenciado a tres años de reclusión y una multa millonaria tras ser hallado culpable de tres secuestros, tráfico de drogas y los asesinatos de cuatro jóvenes, a quienes -de acuerdo con el fiscal del caso- degolló y colgó de un puente en 2010 en la ciudad de Cuernavaca, capital de Morelos y situada a 90 km de la capital mexicana.
El joven fue detenido en diciembre de 2010 en el aeropuerto de Cuernavaca cuando intentaba volar a Estados Unidos.
La captura del joven -de quien se difundieron videos en Internet en los que golpeaba a sus víctimas- llegó a sacudir a la sociedad mexicana cuando ya llevaba varios años padeciendo una escalada de violencia del narcotráfico y puso de manifiesto la capacidad de reclutamiento de menores por parte de los cárteles.
El menor, nacido en Estados Unidos, donde vive su madre de nacionalidad mexicana, aseguró el día de su detención haber sido secuestrado, amenazado de muerte y drogado para que perpetrara los crímenes por un líder del cártel del Pacífico Sur, Julio de Jesús Radilla, alias «El Negro», detenido en mayo de 2011.