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Fuera del Senado, Berlusconi quiere influir en política

Italia inauguró el jueves una nueva era política tras la humillante expulsión del Parlamento del ex primer ministro Silvio Berlusconi, que pretende seguir políticamente activo pese a que puede terminar en la cárcel por sus líos judiciales.

“El magnate sale del Parlamento, pero no de la política, al menos por el momento”, estima el politólogo Roberto D’Alimonte en un editorial del diario económico Il Sole 24 Ore.

En el día de su expulsión, el magnate prometió ejercer una oposición dura contra el Gobierno de coalición nacional entre izquierda y derecha a través de su imperio de comunicación y anunció que proseguirá su carrera política como líder de los millones de italianos que lo sostienen desde hace 20 años.

Si para muchos observadores y comentaristas la era de Berlusconi está cerrada, para él se trata sólo de un nuevo reto.

“Seguiré aquí, con ustedes. No se desesperen si su líder no está en el Senado. No es necesario para seguir en política”, clamó el miércoles frente a su residencia romana tras ser expulsado.

Pese al rostro cansado y voz quebrada, Berlusconi desafío a sus adversarios políticos y citó a sus simpatizantes a festejar el nacimiento de los primeros mil club «Forza Silvio» (Fuerza Silvio).

Según expertos, el magnate lanzará una campaña populista para las elecciones europeas de 2014 y va a ensayar su poder de seducción desde fuera del Parlamento con sus tradicionales caballitos de batalla: menos impuestos, crítica a la política económica de austeridad de la Unión Europea y a las medidas anticrisis del gobierno de centro-izquierda de Enrico Letta.

Sin embargo, con al menos cuatro juicios pendientes desde el jueves, uno de los hombres más ricos e influyentes de Italia puede ser detenido.